Miles de ciudadanos en el Zócalo defendieron al INE y protestaron contra 'Plan B' electoral de AMLO, además de que respaldaron a la Corte.
El Universal
Ciudad de México
Tiempos de ambivalencias. Tiempos de deslindes y de fijar rutas. En la segunda Marcha en Defensa del INE hay una confusión notoria desde los estrechos pasillos que llevan al Zócalo hasta la Plaza de la Constitución misma. Está el discurso del "mi voto no se toca", pero también el de ganar los comicios presidenciales de 2024.
Los miles de asistentes a la movilización también se tropiezan con las preguntas que van surgiendo en estas horas. La de si es verdad que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador les quitará su credencial de elector, o si el país avanza hacia una dictadura.
"¡Mi voto no se toca!", es la arenga más socorrida en esta tarde sofocante de invierno en el primer cuadro de la capital del país. Aunque hay otros que optan por deslindar de este movimiento al expresidente Felipe Calderón y a su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, quién en la semana fue declarado culpable en una Corte Federal de Nueva York por delitos de narcotráfico.
La monumental manta desplegada en la fachada de las oficinas del Congreso de la Ciudad de México, con la imagen de García Luna en primer plano y de fondo el logotipo del PAN, marcan la tónica de la jornada en la que la oposición colmó la Plaza de la Constitución.
"¡Hay que esparcir a la gente!", gritan algunos organizadores y dicen en su instrucción, aparentemente sin sentido, que "así se verá más llena la Plaza".
Otros hombres de camisas blancas y pantalones de mezclilla azul, con aparatos de radiocomunicación en las manos, piden cerrar los accesos al Zócalo para "que las calles aledañas también luzcan llenas". Más allá, cerca del templete, piden "apurar los discursos". Son las once de la mañana.
"¡La gente se va a ir con este sol!" "¡Que le apuren!". Aquí y allá se de un intenso movimiento. Arriba del templete, tras bambalinas. Entre el público que asiste a la marcha ya calan los efectos del sol invernal de finales de febrero. Y sí. Los discursos de la periodista Beatriz Pagés y del exministro Ramón Cossío se adelantan.
No esperan a los que todavía vienen llegando desde las estaciones del Metro cercanas, sobre todo la de Pino Suárez y Bellas Artes, a los que vienen aún bajando de los camiones sobre Calzada de Tlalpan. Tampoco importa los que ya se van, los que optan por encontrar alguna sombra y reposar el cuerpo, o los que molestos dan la media vuelta cuando comprueban que los principales puntos de acceso al Zócalo ya están cerrados.
Los que se quedan delimitan perfectamente sus motivos para asistir: "la democracia está en riesgo", "el gobierno quiere desaparecer al INE con su 'Plan B'", "quieren desaparecer o quitar las credenciales de elector".
Y sí. Los más dicen que vinieron porque "López Obrador nos está llevando a una dictadura". Cuando se pregunta el porqué de esa percepción, la mayoría responde que lo vio en redes sociales.
El antiobradorismo también queda de manifiesto en las pancartas, en las consignas, en el discurso de los oradores. No lo mencionan por su nombre, pero las muestras de desaprobación al tabasqueño son evidentes.
”¡Sal al balcón, hocicón!", se escucha entre la muchedumbre y estallan las carcajadas. El grito recuerda a aquel que se lanzaba al expresidente Gustavo Díaz Ordaz durante el Movimiento Estudiantil del 68 en las marchas que llegaron hasta el Zócalo.
El júbilo estalla cuando Beatriz Pagés anuncia que en ese momento iniciaba la ruta para el triunfo de la oposición en el 2024, pero también cuando diputados locales del PAN logran desgarrar y luego romper la megamanta de García Luna; o cuando se fueron arrancando, uno a uno, los carteles del arquitecto de la guerra contra el narcotráfico del gobierno de Felipe Calderón con el logotipo de Acción Nacional de fondo y la frase #YoDefiendoAlNarco.
"¡No somos narcos, somos ciudadanos!". La arenga retumba desde primeras horas desde Catedral hasta Palacio Nacional, y desde el templete, instalado a espaldas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hasta los arcos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo que no publicará su video de cada domingo, para dar espacio a que escuchen a la ciudadanía que marchó este domingo en contra del Plan B de la Reforma Electoral.
"Hoy no publicaré mi video de los domingos. Este es un día de la ciudadanía y nos toca a todos y todas escucharla", expresó en su cuenta de Twitter.
El mensaje estaba acompañado de una foto de la concentración que llenó el Zócalo de la Ciudad de México con la frase #ElINENoSeToca.
En la manifestación, los presentes hicieron un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se pronuncie sobre la inconstitucionalidad del Plan B.
Por su parte el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, criticó la marcha celebrada este domingo a favor del INE, calificándola como “una farsa” por parte de quienes la encabezaron y sus convocantes.
Además, apuntó se trata de “una manifestación de la derecha en contra de la transformación que se está viviendo a nivel nacional, en 22 estados y en un sinfín de municipios”.
A través de un comunicado, Delgado señaló que la protesta se trata de una excusa en la que “gritan ‘el INE no se toca’ pero en realidad piensan ‘García Luna y Felipe Calderón no se tocan’, ‘la corrupción no se toca’, ‘el influyentisimo no se toca’”, así como de “subestimar y creer que no tienen criterio los mexicanos” ante el Plan B de la reforma electoral.
Al dar un discurso en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México a favor del INE, José Ramón Cossío, exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación confió en que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidarán el plan B de la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Sé que los ministros declararán que las normas electorales que reducen los recursos humanos y presupuestales de los órganos violan los principios de equidad y certeza.
No veo como lo ministros podrían declarar la constitucional de las reformas legales que han disminuido los derechos políticos de las mujeres".
En este sentido, dijo que "desde días se han incrementado las críticas a la Corte, El presidente y colaboradores han denostado a sus integrantes a que declaren sus reformas lectorales ante la posibilidad de que declaren total o parcialmente sus reformas".
Recordó que "el presidente ha dicho que la corrupción de los ministros quedara evidenciada si invalidad sus reformas, por el contrario los ministros solo podrían ser considerados corruptos si desconocen lo dispuesto en los artículos constitucionales que regulan los órganos y procedimientos electorales.
El presidente ha dicho que los ministros declaran la inconstitucional de la reforma serian aliados de los más privilegiados, los ministros podrían ser tuvimos como los defenderos si debilitan a las instituciones electorales".
Finalmente, el exministro consideró que en las próximas semanas los ministros tendrán la oportunidad de demostrarse o demostrar "si los calificativos presidenciales tienen como fundamento tengo la confianza que todos ellos evidenciaran que no son ciertas las expresiones del presidente y colaboradores".