23 de Noviembre de 2024

Revelaciones: Los milagros existen

 

Margarito Escudero Luis

Hay cosas que lastiman a la gente, a unas más que a otras. A unas les arranca al alma, las obliga a vivir en una eterna tortura, al perder a un ser querido y no saber su paradero, sobre todo en momentos tan difíciles que vive la sociedad.

 

Ninguna persona bien nacida, educada en el seno familiar con valores éticos, puede permitir semejante sufrimiento, sólo el miedo puede impedir que se haga algo por evitarlo, por alejarlo de las personas que sufren, por impedir que esa tortura los alcance.

Pero el miedo también va empequeñeciendo ante el valor a la vida que se inculca desde la niñez, esa a la que hoy se le niega su plenitud y su inocencia y se le mata, se le tortura, se le humilla.

Por eso, la gente que aún cree en la moral, sale a reclamar lo justo, pero se topa con la sordera, indiferencia e ineptitud de quienes están obligados a proteger a la sociedad.

Lo sorprendente en estos aciagos momentos, es que desde las entrañas mismas del monstruo oficial, se perciban señales de hartazgo y la rebelión comience a percibirse.

Una angustiada madre pedía a gritos que le devuelvan a su hijo, que según ella, fue levantado con otros cuatro por elementos de la Marina.

Nadie le creía, incluso algunos se atrevieron a especular de qué se trataba de personas disfrazadas. Nadie podía creer que elementos del glorioso cuerpo de marinos, realizara acciones fuera de la Ley.

UN RAYO DE LUZ

Los milagros existen, ocurren cuando todo parece perdido. Esta señora recibe, casi de la nada, un mensaje anónimo, hecho con letras recortadas de periódicos, donde le dan un rayito de esperanza.

 En ese mensaje se le indica a la desesperada dama que los cinco desaparecidos están en manos de la policía y se da a entender que por órdenes de Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad de Veracruz.

El anónimo elaborado con recortes de letras de periódico, dice: "Disculpe y ojalá me pueda perdonar. Yo también tengo familia y no puedo seguir con estas órdenes arbitrarias de Zurita, que las ejecuta por órdenes del gobernador.

"Ojalá y salve a su hijo y no sea demasiado tarde. Fue el único que confió en mí. Espero le sirva".

El anónimo le fue hecho llegar a Esther Alcántara Alvarado, madre de Nathanael Fernández Alcántara, uno de los desaparecidos, quien en las fotografías se observa con la nariz golpeada.

Antes de ese mensaje, los familiares de los desaparecidos ya habían salido a la calle a suplicar por sus parientes; así que de ser verdadero este papel anónimo, la vergüenza cae sobre toda la sociedad.

De ser verdad esa esperanza que le dan a la familia de esos jóvenes, la duda crecerá, y se especulará sobre cuantas desapariciones estuvieron a cargo de la misma autoridad.

No todo es para siempre. Hay cosas que caen más pronto que otras y la verdad siempre sale a flote.

No se puede tapar el sol con un dedo, a pesar de todos los esfuerzos que se hagan, siempre habrá uno que no soporte tanta infamia, siempre habrá alguien que grite, proteste, reclame, exija y siempre los empoderados intentarán desacreditarlo, exhibirlo como demente, revoltoso, delincuente.

Hasta que sean muchos, visiblemente bastantes, aunque otros, aún víctimas del miedo, continúen en las sombras, pero con el germen de la rebelión creciendo.

Los que pudieron celebrar El Grito, felicidades. Pero hubo otros que no lo hicieron, no porque no se sintieran mexicanos, orgullosos de la Patria, sino porque el luto, la angustia, la desesperación se lo impidieron.

La luz al final del túnel aparecerá en cualquier momento, la claridad llegará y entonces no habrá lugar dónde esconder a los muertos, a los secuestrados, desaparecidos contra su voluntad.

La madre de Nathanael dice, grita que si su hijo es delincuente, si ya lo comprobaron, que lo procesen conforme a la ley, pero que ya no lo torturen, que lo presenten ante la autoridad.

Desde las más altas esferas nos han dicho que no se debe combatir la violencia con más violencia, que para eso están las leyes. Se atrevieron a desarmar al pueblo, dizque para evitar la violencia familiar.

Los índices de violencia familiar no han disminuido, la gente no tiene como defenderse, pues la legítima defensa debe cumplir con ciertos requisitos, que no respeta el agresor, y ahora con el escándalo de saber que la autoridad violenta todo proceso.

 

¿En qué posición quedamos los ciudadanos?