Margarito Escudero Luis
Como se había previsto, Carlos Navarrete es, a partir del domingo pasado, el nuevo presidente del partido de la Revolución Democrática. No hubo sorpresas, todo salió según lo había planeado alguien.
Así, Los Chuchos seguirán medrando con lo que queda del partido y eso incluye a toda la pandilla que continuará al frente en todo el país; sin embargo la representación de Veracruz fue muy pobre, y de Coatzacoalcos ni se diga, pues no tienen ni un solo consejero.
En un desesperado intento por evitar que se consumara el triunfo de Los Chuchos, René Bejarano y un grupo de sus seguidores tomaron la tribuna del Consejo perredista, al grito de “duro, duro, duro”, intentaron evitarlo, pero no lo lograron.
Así que el Consejo Nacional del PRD se instaló en medio de protestas. Dejarían de ser el PRD si no ocurre algo como eso, ya que la pandilla de Bejarano alegó que Nueva Izquierda, o sea las siglas de Los Chuchos, pretendían imponer una inadecuada representación en las carteras del Comité Ejecutivo Nacional, cosa que finalmente sucedió.
Es decir, como ocurre siempre con el PRD, protestas, bloquean y finalmente nada se logra.
Dicen por ahí que, el que parte y reparte, se queda con la mejor parte. Y así ocurrió, ahora nadie podrá reclamar a los bejaranistas que no hicieron el intento.
Y es que de 23 puestos disponibles en el CEN y en los órganos de dirección partidista a Izquierda Democrática Nacional, propiedad de los Bejarano, (IDN) sólo le pretendían dar cinco con trascendencia menor e incluso una secretaría que ni siquiera tiene nombre.
Mientras que las de más importancia como la de organización o la de elecciones pretenden mantenerlas los de NI, afirmó.
GUERRERO
Ya sobre los hechos lamentables de Guerrero, los perredistas se pronunciaron porque el estado mexicano brinde todo apoyo al gobernador de esa entidad y de paso se promovió y aprobó la expulsión del presidente municipal de Iguala.
Ya ante los reporteros, Navarrete Ruiz dijo que el PRD debe tomar decisiones políticas inmediatas y la respuesta clara es la actuación del Estado mexicano, junto con todas las instituciones participando al frente, donde el partido dará la cara, respaldando acciones para preservar la paz y tranquilidad, esto en alusión a la violencia que se da en todo el territorio nacional y que cada día crece en cantidad y saña.
Verbo más, verbo menos, Navarrete habló como lo sabe hacer y hasta parecía un auténtico militante de izquierda, pero la sombra de Los Chuchos pesa sobre él y toda la obra que dejan en casi desaparición del PRD.
El líder perredista hizo un llamado a la Secretaría de Gobernación para que cuide y coordine los operativos, para que los cuerpos de seguridad intervengan con energía pero respetando los Derechos Humanos.
DIVIDIDOS
En todas partes el PRD está hecho pedazos, lo que queda del partido es motivo de burla y se caricaturizan las acciones de la dirigencia saliente y se pronostica lo que hará la entrante.
Dicen por ahí que en dos sexenio acabaron con el estado de Michoacán, actualmente están haciendo pedazos a Guerrero, consideran que Morelos es una vergüenza.
La transición democrática que se pretendía hacer con una coalición “contra natura” en Puebla, se volvió una pesadilla y ahora están por regresar el Distrito Federal al PRI, luego que durante muchos años fuera un bastión perredista.
Así, los dirigentes que se van, están convencidos de que la nueva dirigencia continuará con el buen trabajo.
La verdad es que, desde donde se le quiera ver, los dirigentes del PRD parece que trabajan para que todo vuelva al PRI, que la lucha y los muertos que costó encumbrar al PRD, valen nada y ponen por encima de toda la historia del partido intereses ajenos a los principios perredistas.
Carlos Navarrete dice otra cosa, pero muchos militantes de izquierda, ni el beneficio de la duda le dan.
