Margarito Escudero Luis
A estas alturas del partido ya deberían estar definidas las candidaturas a la diputación federal, pero algo está atorando el proceso.
En el Partido de la Revolución Democrática, apenas se está conformando la nueva directiva, este jueves estará en Coatzacoalcos, Rogelio Franco Castán, que busca ser el dirigente estatal. La tiene casi en la bolsa, pues pertenece a la tristemente célebre pandilla de Los Chuchos, los que se encargaron de convertir al PRD en el remedo de oposición que es.
Franco Castán viene a cumplir con el requisito, porque si de algo adolecen los perredistas, es de sentido democrático y acostumbran imponer a los dirigentes, con la complacencia del gobierno.
TODOS QUIETOS EN EL PRI
En el Revolucionario Institucional, casi todos quietos, pues se dice que el bueno para la diputación federal es Marcelo Montiel, el jefe del poderoso grupo que gobierno esta ciudad.
Así, que mientras el jefe no diga sí o no, todos están a la expectativa. Todos son Víctor rodríguez y Jesús Moreno, quien han externado su deseo de competir, de ser el candidato y por supuesto ser diputado federal.
En caso de que Marcelo Montiel no acepte la candidatura, entonces se abrirán de capa los tiradores, aunque Víctor Rodríguez ya ha caminado un tramo en eso de muestrearse, de hacer algunos pactos, de aparecer conciliador y solucionador de problemas.
Chucho Moreno la lleva más tranquila, se muestra más institucional, cuidando tanto su posición en el grupo, como la imagen del alcalde, a quien sirve oficialmente.
Y es que Moreno Delgado ya tiene carrera sólida. Ha sido dos veces secretario del Ayuntamiento, dos veces director del DIF, estuvo unos meses en la administración de Marcos Theurel, en la secretaría de Gobierno y un activo y efectivo operador de Montiel Montiel.
Pero Víctor Gallegos, a pesar de no contar con un currículum como el de Moreno, en este momento está más cercano a quien toma las decisiones.
Sin embargo, eso no es ninguna garantía, puesto que falta por saber quienes aspiran de los otros grupos priistas, como el de Carlos Vasconcelos, el mismo Theurel o el grupo Hillman, que sin duda estará presente en la batalla.
Aunque Hillman está apostando también a darle fuerza al Partido Verde Ecologista de México, a través del cual, su esposa Mónica Robles llegó a la curul estatal.
No olvidemos sumar al grupo Chagra, que no quitará el dedo del renglón, invocando la “alternancia” de los grupos que no ha funcionado del todo y lo único que se logró con esa supuesta “alternancia” fue fortalecer el grupo de Marcelo Montiel, pues a la hora de las comparaciones todos salen perdiendo.
PHÍNDER PARA EL PAN
En el Partido Acción Nacional, cada regidor es un grupo; pero también están los ex regidores, algunos decepcionados del partido, pero ahí están, son activos importantes del partido y son tomados en cuenta por la militancia.
Se espera que en esta ocasión no meta las manos Miguel Ángel Yunes Linares e imponga a sus amigos ex priistas y se le dé oportunidad a los auténticos militantes panistas que se arriesgan, que acuden al llamado, que están pendientes y que son de sobra conocidos en la comunidad.
Si es la militancia panista la que seleccione a sus candidatos, entonces la contienda interna sería interesante entre el médico José Uribe, Víctor Esparza y el ex regidor Alfredo Phínder.
Movimiento Ciudadano también entró en este rejuego electoral y ahí se postulará, si Dante Delgado no decide otra cosa, a la profesora Nora Cortazar Luna, actual regidora y dirigente local del partido.
El Partido del Trabajo no da luces, anda metido en su lucha contra el Fracking y el que se deja ver en medio de los conferencistas, estudiosos y expertos en el tema del fracking y del diputado Robles Guadarrama, es Rafael Carbajal.
En todo caso, el fracking sería sólo un pretexto para que la gente sepa que el PT existe.
Luego de todo esto, los medios de comunicación se centrarán en lo que acurra al interior del PRI. Como Marcelo Montiel aún no dice si va o no, todos están quietos.
Si Marcelo acepta, así se quedarán, en caso contrario, todos estarán en condiciones de reclamar la candidatura.
