Margarito Escudero Luis
Pues nada, que Rogelio Franco Castán, quien es el seguro presidente del PRD en Veracruz, junto con Sergio Rodríguez Cortés, el actual administrador perredistas del estado, piden, exigen a la PGR, que de inmediato se forme una Fiscalía Especializada que se encargue de observar, analizar los perfiles de los aspirantes a cargos de elección popular.
El asunto de Iguala, Guerrero les está pegando duro, tanto que desde ahora comienzan a aparecer ente el público como si de verdad estuvieran preocupadísimos porque uno de sus militantes y alcalde de aquella ciudad, se mostrara como un miembro de la delincuencia organizada.
Pero la delincuencia esa, no solamente es aquella cuyos integrantes se encargan de sembrar el terror, secuestrar, extorsionar o traficar con drogas o personas. No.
También se organizan para ganar elecciones de forma fraudulenta, se enquistan en partidos políticos y se ponen al servicio de alguien con más poder para sacar de la jugada a los opositores del gobierno.
Se jactan que en la pasada contienda interna, ya el cochinero no fue muy evidente, no se mostraron tal cual ante el público, sino que el formato electoral de esa ocasión y el aval del INE, les permitió darse un baño de democracia.
Franco Castán quiera que también “se le ponga lupa” a los funcionarios públicos y a funcionarios de elección popular, para evitar que utilicen recursos del estado en beneficio de un candidato o de un partido.
EL BUEN JUEZ…
Algo así como el burro hablando de orejas, cuando existen demandas y acusaciones de que en su proceso interno, el grupo de Los Chuchos, al que pertenecen franco y rodríguez, estuvieron repartiendo despensas, materiales para construcción y otras chucherías, a cambio del voto.
También lo hicieron los del otro bando, incluso llegaron a comprar al líder campesino que pasaba por muy honesto, Evelio Mérida, que se había comprometido con un grupo, pero los regalos del otro, lo sedujeron.
Esa lupa deberían ponerla al interior de todos los partidos, pero por supuesto que nadie se hará el Harakiri.
La situación de Iguala hace que Los Chuchos corran a ponerse la máscara de honestidad para que esta nueve dirigencia que encabeza Carlos Navarrete, pueda tener credibilidad entre los militantes que le quedan al PRD.
TODOS ESTÁN EMBARRADOS
Pero no es la primera vez que esto sucede. Siempre es un secreto a voces, hay gritos de advertencia y nadie hace nada, hasta que el escándalo es inevitable y entonces, hipócritamente se disfrazan de honestidad.
Recordemos el caso del diputado Godoy, pariente del que fuera gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, a quien sacaron de la Cámara en la cajuela de un auto y prácticamente, los diputados perredistas le dieron fuero para evadir la acción de la justicia.
Hoy nadie conoce su paradero, como tampoco se conoce el paradero del alcalde de Iguala.
En el PRI también se han dado estos casos, el más sonado fue el del hermano incómodo, Raúl Salinas de Gortari, a quien en varias ocasiones se le relacionó con el crimen organizado.
Es lamentable observar como el estado ha sido penetrado por la delincuencia. El abundante y fácil recurso de los grupos delincuenciales, son una carnada jugosa para el político que quiere avanzar rápido comprando conciencias y puestos públicos.
Pero también hay funcionarios que prácticamente son obligados a entrarle, bajo amenazas acatan las órdenes de los capos y no tienen para donde hacerse, pues al denunciar, ponen en peligro a sus familiares y en muchos casos, tendrían que denunciar ante autoridades también cooptadas por los criminales.
En Guerrero hay una cuenta histórica pendiente con el gobierno Federal. La guerra sucia de Luis Echeverría, aún no se olvida, los muertos de Aguas Blancas aún piden justicia y la guerrilla continúa siendo una opción para los guerrerenses.
La Normal de Ayotzinapa siempre ha sido una piedra en el zapato oficial, desde tiempos de Carlos Salinas existía la intención de cerrarla, Ángel Aguirre, actual gobernador de Guerrero, quería que los estudiantes de esa escuela fueran señalados como guerrilleros, un pretexto para poder mandar al ejército.
En ese plantel estudian jóvenes hijos de familias muy pobres, que no tienen acceso a otra escuela de nivel superior. Nunca han sido atendidos; así que, ¿cómo quiere el gobierno que le rindan pleitesía jóvenes que sólo han encontrado desprecio, humillaciones y hasta asesinatos por parte del gobierno?