23 de Noviembre de 2024

Revelaciones: La teoría de la Revolución

Margarito Escudero Luis

La violencia generará más violencia, no hay duda de ello. Responder con las mismas armas con las que se es atacado es parte de una reacción visceral, casi natural de quien es la víctima.

 

Los llamados a la cordura, al diálogo y la concordia son voces en el desierto en un lugar donde todos los bandos se atacan de cualquier forma sin escuchar ningún tipo de argumento.

Incluso, hay quienes para a mantener una imagen limpia ante los demás, toman el micrófono y hacen este tipo de comentarios, pero una vez fuera de cámaras, ordenan a sus subalternos atacar a quienes se atreven a disentir.

En muchas partes del país no se requiere de una chispa para provocar el incendio, sino que ahora no encuentran la forma de apagar el fuego creado a través de los años con indolencia, sordera, mentiras y corrupción.

La Historia nos ha dado muchas lecciones y tal pareciera que no queremos aceptarlas o entenderlas, hay muchos análisis de los acontecimientos que cimbraron al país en todas sus etapas convulsivas, detalles que no se enseñan en las escuelas básicas, pero que ahí están y, todos los teóricos de la Revolución deberían darse una vueltecita por esos textos para ayudar a comprender el origen de los hechos que hoy nos afectan a todos.

INCONFORMIDAD CRECIENTE

Hay en el país una corriente de inconformidad que ha ido creciendo en los últimos meses. Los jóvenes masacrados de la normal de Ayotzinapa sólo fueron el detonante para una acción mayor.

Desafortunadamente se trata de una acción todavía desarticulada, cuya organización depende de cada lugar donde se dan las movilizaciones y al parecer no tienen un hilo conductor que homogenice toda la protesta en la Nación entera.

Por otra parte, el gobierno criticado hasta los extremos, conoce perfectamente la dispersión de las protestas, y trabaja para que esta se profundice y no se llegue a un punto donde ya no haya regreso.

Pero, la desesperación y la cerrazón de algunos individuos echarán a perder esa postura, sabedores que están del lado del poder, lo utilizarán para intentar desbalancear cualquier protesta, ya sea manifestación, marcha, plantón o lo que sea.     

EL ESTADO SE PREPARA

Algunos teóricos de la revolución consideran que aún no existen condiciones para que en México se dé un movimiento revolucionario, toda vez que el aparato del estado está intacto y reproduciendo cada vez más, cuerpos policiacos, adquiriendo cada vez más armamento y equipo militar, como si estuviera preparándose para una situación extrema.

Luego de Ayotzinapa, hasta el momento, el gobierno no se ha atrevido a reprimir violentamente las manifestaciones que cada vez son más agresivas, pero eso no quiere decir que no lo hará en algún momento.

Es decir, la táctica oficial es una acción de baja intensidad, golpear poquito aquí, poquito allá, de tal forma que el reclamo sea mínimo y que los participantes o aspirantes a participar, vean lo que puede ocurrirles si siguen ese camino.

Nunca en la Historia, un cambio profundo en país alguno se dio sin violencia. Ni siquiera en La India, cuando Mahatma Gandhi encabezó la “Revolución Pacífica” para sacar a los ingleses de su país.  

Muertos ya ha habido, muchos, muchísimos. Aquel baño de sangre que quisieron evitar Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, de todas formas ocurrió y sin objetivo alguno.

Es decir, que si es necesario que el país cambie hacia otros esquemas que garanticen el bienestar de la población y no sólo el de unos cuantos, pues quienes quieran verse beneficiados más allá de una despensa en cada campaña, deberán luchar por ello y eso tendrá que costar lágrimas y sangre.

Pero, la cultura de la lucha por lo que se quiere, aún no ha tocado la generalidad de todas las capas sociales y mucho menos la cultura del trabajo en equipo, de la organización comunitaria para resolver los problemas comunes.

Es en ese rubro donde los teóricos de la revolución están centrando sus esfuerzos, puesto que ya no se puede ir a una lucha como ocurrió en el movimiento armado de 1910, donde finalmente, la mayoría sólo participó en “La Bola”.

Entonces, la polarización del país es un hecho. Hay mexicanos que están dispuestos a ir contra otros mexicanos con tal de defender sus intereses, pero a pesar de que existe un bando mayoritario, el de la minoría, cuenta con la fuerza brutal de las armas y de cuerpos debidamente entrenados y equipados.

Los teóricos de la revolución deberán darse prisa, antes de que la turba tome sus propias decisiones y al final queden como el Gatopardo, como suele ocurrir en este país.