Margarito Escudero Luis
En el Partido Acción Nacional se han esmerado en dar una imagen democrática, siempre los directivos ponderan a su militancia, los procedimientos que marcan los estatutos y los principios y valores que cada panista debe seguir y practicar, si de verdad quiere ser panista.
Pero la verdad es que los militantes de alto nivel, se comportan como cualquier militante que tenga algo de importancia en cualquier partido.
De lengua me como un taco, porque a la hora de la verdad se arrugan y cierran la boca, aunque anden diciendo por ahí que “hay que hablar de frente”.
Y es que todos quieren el “cambio”, que se debe luchar para ganar las elecciones, con candidatos serios y responsables, pero a la hora del trabajo de verdad, nomás no se ven por ningún lado.
Y es que mantener la estructura del PAN no es barato, ya que el partido está integrado por simpatizantes de la derecha, donde comulgan empresarios, comerciantes y en general personas que les gustaría llevar una vida de príncipe (o princesa).
CARENCIAS EN EL PAN
Y las carencias que actualmente padece el partido, se debe a que simplemente los militantes no pagan sus cuotas.
Sobre todo aquellos que se han visto beneficiados del partido, como los regidores, Víctor Esparza, José Uribe, Luis Rendón y Martha Beatriz Hernández Montalvo, quienes una vez encaramados en la regiduría, se olvidaron de sus obligaciones como militantes.
Pero están listos para soltar billete a favor de uno de los candidatos a la dirigencia local.
Uno de los panistas de Coatzacoalcos lanzó un llamado al candidato Saúl González Solís, que no es el gallo de los regidores, y en ese documento dice que los panistas sufren el “síndrome de la muñeca fea”.
José Tomás Domínguez López, comerciante de ropa, es quien afirma lo anterior y asegura que los militantes “andan escondidos por los rincones, temerosos de que alguien los vea (o escuche).
Domínguez López le dice a Saúl González que los panistas hablan en lo oscurito de los demás, en las mesas de café, componen el mundo etc. Pero no hablan directamente, ni de frente y mucho menos escriben, que es algo que casi no se les da.
DEMOCRACIA DIRIGIDA
Los regidores se destaparon apoyando a José Luis Sosa, un joven político con aspiraciones, y de padrino tiene al dirigente estatal del PAN, que llegó a través de una planilla de unidad para ahora sembrar la división. Cosas de la política, donde la memoria es corta, o por lo menos la memoria de José de Jesús Mancha Alarcón, actual dirigente estatal.
En su escrito, Tomás Domínguez lamenta que sus dirigentes no hayan mostrado una postura “contundente” sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa desparecidos, de la “casa blanca” de Peña Nieto y señora, nada, de toda la problemática actual ni hablar. Pareciera que tienen un gran temor.
Pero el mismo Domínguez, que pide se “hable de frente”, no da la cara cuando se le busca para entrevistarlo.
Pero tiene razón el comerciante, porque ningún dirigente de Acción Nacional ha aparecido ante los momentos difíciles que vive el país, como la muñeca fea, se esconden por los rincones, pretendiendo que nadie los vea, ni les pregunte algo incómodo.
En México hay una gran coyuntura que nadie de los altos niveles de la política está aprovechando, todos deben tener una gran cola que les pisen, pues ante la rebelión social, reconocida en el extranjero, el silencio de los políticos, parece más de complicidad que de miedo.
Pero a nivel local, el PAN va a una elección dirigida desde Xalapa, sin embargo, los militante de verdad, los que no son empresarios, ni funcionarios, los de hasta abajo, la tropa, el voto cautivo del PAN, esos no se dejarán mangonear.
Quizá estemos ante un escenario similar a los que nos acostumbraron en el Partido de la Revolución Democrática, comenzarán a despedazarse entre ellos llevando en las manos las sacrosantas escrituras panistas, donde quedó plasmada la doctrina de su fundador y que hoy es mejor que se aplique en “los bueyes de mi compadre”.
