Margarito Escudero Luis
Ya rebasamos la mitad del último mes del año, en medio de una crisis de agua que aún no da señales de un final próximo. El temor de muchos ciudadanos es que lleguen las fiestas y no haya agua suficiente en sus casas.
Pero nada detiene la costumbre, la tradición, esta se lleva a cabo puntualmente. La inminente fiesta se nutre, como cada año con esa intensidad que caracteriza la segunda mitad de diciembre.
El miércoles que pasó, muchas personas fuimos testigos de un terrible drama, a través de la radio, en un noticiero vespertino, Hipólito Mora, el creador de las autodefensas en Michoacán, llamó a la emisión que conduce José Cárdenas, para informarle que su grupo estaba rodeado por la gente de un individuo al que apodan “el americano” y que los iban a matar.
Se escucharon los disparos a nivel nacional y la angustia de un padre que con la voz llena de angustia dijo al aire que desde donde estaba, podía ver el cuerpo de su hijo muerto.
Mora culpó abiertamente a Alfredo Castillo, quien encabeza la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, de haberlos abandonado y señaló que “el americano” tiene nexos con el rimen organizado.
Por fin, este conflicto, que se recrudece, salió de las fronteras michoacanas y pudo, directamente, llegar a oídos de todo el país a través de uno de sus principales protagonistas.
Según las noticias del día, fue como a las 15:30 horas aproximadamente, gente del grupo de Luis Antonio Torres "El Americano", conformado por policías rurales y ex integrantes de las autodefensas, llegó a ese lugar en unas 70 camionetas con la consigna de acabar con Hipólito Mora Chávez y sus simpatizantes, también policías rurales y ex autodefensas, pero en menor cantidad.
Otras camionetas entraron por los costados del pueblo, de aproximadamente 13 mil habitantes, y por la salida a la brecha que conduce a Aguililla. El primer tiroteo duró unos 45 minutos, y el segundo, después de un intento de los policías federales de entrar, una hora.
Tras el primer tiroteo se acercaron patrullas de la Policía Federal que trataban de controlar la situación. No obstante, Mora dijo que los agentes se aproximaron dos veces, pero se retiraron al ver que el fuego volvía.
Se utilizaron granadas y rifles de asalto, ya que Luis Antonio Torres es comandante de la Fuerza Rural, aun cuando desde el inicio del movimiento armado siempre se le señaló como gente relacionada con la delincuencia organizada, lo mismo que a sus seguidores.
Después de la refriega Hipólito Mora respondió preguntas, vía telefónica, a medios de información. Identificó al Americano, jefe del grupo denominado H3, como responsable del ataque. "Las autoridades nos dejaron solos. Tenemos cerca de seis muertos. Desde donde estoy puedo ver el cuerpo de mi hijo muerto", y luego dijo "A mí me van a matar en 30 o 40 minutos".
FALTA ORGANIZACIÓN
Una prueba de que en este país existe una injusta distribución de la riqueza, la estamos viviendo todos los días en esta ciudad, con el reparto de agua en pipas. Como siempre el que tiene más saliva, es que traga más pinole, porque solamente los que cuentan con recibientes de a montón, son los que reciben más agua.
Eso tiene que ver con la manga ancha que les dieron a los encargados de repartir el agua, los que tienen que enfrentar directamente a los vecinos.
Es decir que la organización no fue a fondo, no hubo una real racionalización del líquido, puesto que se repartía a discreción.
No existe hasta el momento una organización entre los vecino, algunos sólo se juntaron para reclamar airadamente, pero no para que el reparto fuera justo y equitativo.
Por ejemplo, nunca se tomo en cuenta el número de personas que habitan en un domicilio, si eso se hubiera hecho, tendríamos la conclusión de que algunas familias requieren más agua que otras; tampoco se puso un tope sobre la cantidad que recibiría cada domicilio, eso hubiera facilitado mucho las cosas, poner un límite, parejo para todos.
Y es muy sencillo hacer una operación aritmética, dividir el número de casas que hay en cada cuadra entre la cantidad de agua que lleva cada pipa y así se sabría cuantos litros le corresponden a cada lugar.
Pera logar eso, se requiere de la participación consciente de cada ciudadano, lo que estaría muy lejos de ocurrir, porque a la hora que la contingencia se presente, lo que menos importa es cómo le va al vecino.
La falta de disciplina está en todos lados, igual sucede con la solidaridad, la organización, ante una evidente falta de liderazgo en cada comunidad.
