Margarito Escudero Luis
Arranca el año con actividad política y algunas sorpresas en los partidos que, lejos de toda ideología, buscan un personaje que sea bien visto por la sociedad y pueda acarrearles una buena cantidad de votos.
Otros van más por el dinero que el candidato pueda ofrecer al partido, aunque no garantice el triunfo.
Acción Nacional dio el primer paso, con una pasarela pobre en cuanto a número de suspirantes, además de que algunos de ellos ni siquiera se presentaron.
La sorpresa la dio doña Gloria Santos Navarro, conocida por su altruista labor al frente de la Casa de Amor, donde son atendidos niños que padecen el terrible cáncer, además de haber atendido a pacientes adultos con cáncer y una veintena de enfermos de Sida.
Y causa sorpresa porque es bien conocido el celo del sistema, ya que de muchas formas, Casa de Amor es posible gracias a los apoyos que el gobierno a porta.
Aunque esos apoyos hayan sido brindados luego de muchos ruegos, a regañadientes, pichicateados e insuficientes, el sistema los reclamaría como propios, así ha sido siempre y no hay razón para ahora cambie.
Sin embargo, Gloria Santos da muestras de mucho valor, dice que no tiene miedo que los niños que ahí se atienden sean afectados, pues confía en el apoyo de la ciudad.
Mejor aún, asegura que el miedo es la causa de las que cosas estén como están, que ha provocado la inmovilidad de la sociedad.
Asegura que nos quedaría encerrada en su Casa de Amor a esperar el reconocimiento de la gente, porque aún tiene energía y mucho que dar.
¡Ups! Muchos aspirantes a políticos deberían aprender esa lección, porque se han prestado el juego sucio que prepara el sistema para las próximas elecciones. Se están engordando a los partidos satélites y darán una embarrada de oposición y democracia a los comicios del 2015.
Pero el PAN está apenas en el inicio del proceso, no sabemos si de verdad la militancia sea la que decida quién será su candidato, o ya está todo planchado desde la cúpula partidista.
LOS QUE FALTARON
Porque uno de los suspirantes más notables es el ex regidor y médico Alfredo Phínder Villalón, que misteriosamente no se presentó ante sus compañeros.
Claro que puede haber otras causas. El Dr. Phínder es un valioso elemento del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde tiene muchos años trabajando, tantos que ya alcanza jubilación, así que tal vez es más conveniente para él esperar a que llegue ese momento y después tendrá todo el tiempo libre para jugar a la polaca.
Tampoco se presentó Rosalinda Tolentino Escayola, otra panista recalcitrante que manifestó su deseo de participar en el escrutinio interno.
Tolentino es allegada al regidor Víctor Esparza, quien a su vez se identifica con la dirigencia estatal, que en la pasada contienda interna para elegir nueva directiva municipal, perdió con su joven candidato.
Quien llegó tarde al evento fue don Jesús Serrano, otro panista de hueso azulísimo y al parecer no le permitieron incorporarse a la mesa, él también “la busca”, pero si todo es como parecer ser, que no pudo llegar a tiempo y no con segundas intenciones, pues perdió su oportunidad de tener un primer acercamiento con los panistas.
Chucho Serrano ya fue regidor, también candidato a la diputación local en la pasada contienda, cuando el que mandaba en el PAN y se comía a todos los dirigentes, era Leandro Rafael García Bringas y no le dio apoyo a “su” candidato.
EL DESCRÉDITO ES PAREJO
El caso es que dicen los panistas que ahora sí van de verdad por la curul, que ahora sí tienen muchas posibilidades de ganar dado el descrédito que tienen los otros partidos.
Lo malo es que de ese descrédito también quedó embarrado el PAN, al prestarse al juego de una alianza con el PRD que sólo sirvió para quitarle obstáculos al candidato oficial.
Con toda la mezcolanza que están haciendo en los partidos de la chiquillada, a la que ahora debe sumarse el PRD, sólo le hacen el caldo gordo al partido que (dicen) quieren que pierda.
Si no tienen un candidato que brote de sus filas, lleno de su ideología, apoyado por la militancia, con trabajo político visible para la sociedad, entonces no deberían participar y reconocer que no tienen a alguien suficientemente fuerte para lograr una importante cantidad de votos, suficiente para alcanzar la curul.
Pero, según el concepto de democracia que manejan, “el partido tiene las puertas abiertas para todos”.
Mientras otros cultivan a sus prospectos, otros se enredan ente ellos mismos.