23 de Noviembre de 2024

Revelaciones: Los mismos de siempre

Margarito Escudero Luis

Ahí estaban todos, los mismos de siempre, con el mismo ritual. No han cambiado nada, son los mismos rostros, así que seguramente serán las mismas actitudes.

 

No tienen por qué cambiar. El sistema que han fortalecido a través de las décadas, les da para más, para todo, garantiza su posicionamiento, su alimentación, lujos y placeres.

Y en esa vida se han encerrado por muchos años, tiempo en que descuidaron las bases que les permiten darse esa vida, tener el control.

Antes renovaban a las personas, las caras cambiaban, había oportunidad para otros, los nuevos, bisoños, aprendices, era la forma de perpetuarse, de conservar el modus operandi sin que nadie (o muy pocos), pudieran encontrar el truco.

Así estuvieron por 80 años, hasta que la maquinaria se gastó y no encontraron la forma de repararla, no permitieron la llegada de piezas nuevas, sustitutas originales.

El tiempo los transformó en necios, ciegos, sordos y soberbios y en este momento publicitan su ritual sin la fuerza que mostraron en los ayeres.

Abrazos, sonrisas, apretones de mano, multitudes falsas; todo para ungir al que no quieren, para fingir ante la gente que no les cree, que están unidos como siempre, como antes.

Una puesta en escena llena de mentiras, con la actuación de hombres y mujeres que no aceptan su papel.

Pero siempre ha sido así, es el arte de tragar sapos sin hacer gestos… y pedir más.

Luego bajarán del escenario para rumiar su desencanto, se les cobrarán facturas, enfrentarán la realidad que los espera y urdirán más escenas en un afán porque el resto de la gente les crea.

LLEGARÁN LOS REPROCHES

El ave desplumada volará hasta estrellarse en la pared de la verdad social, donde la gente ha llevado sus lamentos que nunca han sido escuchados y ahí le restregarán en el pico mentiroso los miles de reproches, los reclamos por cambiar de jaula, los estudiantes le recriminarán por no haberles cumplido y los discapacitados le reprenderán por burlarse de ellos.

¿Qué clase de mentalidad elige a los traidores para fortalecerse?

La ceguera los llevará al precipicio, mientras escuchan lo único que saben escuchar, lisonjas, lambisconerías, vacuidad. El canto de las sirenas pues los pondrá en el lugar de la historia donde despertarán bruscamente de la pesadilla en que se metieron.

Esa gran pandilla que se deshizo en pedacitos, pero agarrados al mismo mástil, hoy no saben cómo enfrentar sus diferencias, incapaces de cuestionar las malas decisiones, acostumbrados a la disciplina a ultranza, a obedecer a regañadientes, a aceptar a fuerzas y a dar patadas bajo la mesa, pagarán las consecuencias por su falta de congruencia y de solidaridad con aquellos que les permitieron crecer.

Los mismos que hace años se pelean el trono se dan de besos y fingen hacer el amor para que les crean aquellos que ya no están con ellos.

Triste realidad atestiguamos, un vodevil de la vida real, una fiesta de hipocresía, una reunión de falsedades que sale a las calles a desfilar con batucada y gran algarabía, para dar la buena nueva que ya todos sabían y que llega hasta nosotros por capricho de alguien que está más allá del poder de los locales y que la final de la jornada con su pan se lo comerán.

Porque en esa fiesta estaban todos, los mismo de siempre, con sus mismas sonrisas, con los mismos trucos, regalando abrazos queriendo tener un puñal en la mano.

Es imposible crecer con tantos límites, encerrados en el círculo que fue anquilosándose en el tiempo que ahora les reclama cambios que no pueden hacer, pues no hay material de donde escoger.

 

La otra pregunta es: ¿Y afuera quién está? Que pueda aprovechar esta situación, que no quiera hacer lo mismo, y que impulse a la gente a otro nivel, para que estos del ritual añoso, se queden ahí, en medio de su sordera, mientras el mundo cambia.