25 de Noviembre de 2024

POLIANTEA - Dr. Rubén Pabello Rojas - De errores y resbalones

Cualquier persona es susceptible de cometer errores, estos siempre son involuntarios, nadie comete un error a propósito.

Sin embargo hay de errores a errores. A algunos, sobre todo a los ortográficos, festivamente se les llaman “horrores”. Lo lamentable es cuando alguien quien debe cuidar las formas que un acto protocolario requiere descuida los detalles, en los que se dice “se encuentra el diablo”, comete un craso error que resulta imperdonable.

Viene al caso el tema por el resbalón que, en aras de homenajear a un personaje de la historia política del país, Luis Donaldo Colosio, fue cometido desencadenando toda una serie de reacciones desde cero hasta el infinito, señalando a Elizabeth Morales  quien en este momento preside el Comité Estatal del PRI, como responsable directa.

Resulta que en el acto que en Xalapa debía celebrarse en memoria de tan distinguido mexicano, sacrificado en Tijuana, Baja California hace veinte años, las invitaciones fueron impresas con un error garrafal sin que nadie corrigiera tan ostensible falla, consistente en cambiar el nombre del sacrificado.

Luis Don Aldo Colosio fue el  error con el que las invitaciones formales se hicieron circular y con el que fue escrita la placa que habría de presidir el acto conmemorativo. Las reacciones no se hicieron esperar destacando la de un reconocido priista de cepa y amplia trayectoria, Inocencio Yáñez, quien en un lance de inconformidad criticó públicamente en tono mayor, el desencuentro. Los medios de comunicación, locales y nacionales, festinaron el hecho y las redes sociales se dieron vuelo.

El error que en si es grave, se encuadra en el capítulo de que a cualquiera le puede ocurrir algo similar. No obstante, no es solamente la comisión de una equivocación sino la falta de atención para corregirlo y con ello mandar un mensaje de: ignorancia, flojera, desconocimiento, insensibilidad, ligereza, descuido y más y más lindezas aplicables al caso.

Decía Don Jesús Reyes Heroles, ideólogo del priismo y de la política, que “Forma es fondo” y no se equivocaba al aseverarlo. Quien no tiene la formación previa, quien no ha cubierto las etapas de una empresa, cualquiera que sea, en la que se inserta y compromete, corre el cercano riesgo de cometer pifias que corroboran que si la forma es desafortunada, el fondo será de resultados predecibles en sus malos efectos.

Cualquier improvisado es susceptible de caer en un despropósito de esta naturaleza cuando no se tienen las bases idóneas. No conocer el paño que temerariamente se ha de cortar, las consecuencias no se hacen esperar, brotan incontenibles.

La democracia dentro del PRI, produce esos indeseables efectos, cuando se propone en las asambleas correspondientes a personajes que solamente satisfacen intereses políticos, no de la militancia o la membrecía, sino de otro tipo de coyunturas, esos son y serán los resultados.

Qué pensaran los miembros de ese partido que han batallado en las trincheras del juego político partidista que se da en la lucha real. Qué dirán aquellos que con mejores derechos ganados en esa lisa, tienen que ir a esas asambleas a levantar su mano aprobando candidaturas que devienen en engendros.

Dónde quedo la democracia hacia adentro de ese partido. Si a refranes populares hay que acudir, queda a la mano aquel que dice que: “no tiene la culpa el indio sino quien lo hace compadre”. Expresado esto, se aclara, no con un sentido discriminatorio, sino como una expresión del refrendario popular aplicable al caso. “Pero qué necesidad”, diría el otro clásico, si es que ese es el tono crítico y zumbón de este artículo.

Vienen próximamente las elecciones federales intermedias en que se renovará el Poder Legislativo en su Cámara de Diputados. Si los errores continúan permearan, sin duda, hacia malos resultados. Los actuales procesos electorales, bajo los instrumentos que las leyes de la materia rigen, hacen que los comicios sean aceptablemente democráticos. Si los dirigentes, sin idea de lo que tienen entre manos, no  ocupan en ese partido a operadores idóneos; si prevalecen los mismos criterios y las mismas confusiones los resultados no se harán esperar y los lamentos serán inadmisibles.

Siguiendo con el refranero popular, “zapatero a tus zapatos”, hay oficios en los que no se puede improvisar. Hacerlo conlleva riesgos de caer en confusiones y hacer tonterías de párvulos donde la exigencia es un alto grado de conocimiento, formación y compromiso. No son juegos de “echando a perder se aprende”

De otra suerte, que alguien se apiade de los priistas. Si no se advierte y corrige de raíz el asunto, después no valen lamentaciones y endosos de culpabilidad. El PRI suma la mayoría de votantes en el estado y con ello la titularidad del Poder Ejecutivo y la mayoría del Legislativo. Malos cálculos y estructuras humanas impreparadas pueden ocasionar perdidas indeseables.

Dentro de un año exactamente se estarán integrando las listas de candidatos a las diputaciones federales en el país, de todos los partidos. Por supuesto las de Veracruz. Quienes vayan a formar parte de esa nomina modificaran el paisaje humano existente hoy. Nuevos personajes se sumaran a las expectativas rumbo a las elecciones locales de 2016 para el Gobierno del Estado. No puede dejar de considerarse la inclusión de mujeres candidatas y obviamente aspirantes con todos los derechos a la sucesión gubernamental.

 

Si en el caso del PRI no se opera con atingencia, sentido social y alta sensibilidad política, no es muy difícil adivinar lo que sucederá,  para regocijo,  beneplácito y ganancia de los demás partidos de la oposición.