20 de Noviembre de 2024

PENSADORES Y FARSANTES

Martín Vázquez Cabrera

AMLO: “YO YA NO TENGO HERMANOS…”

EL RÉGIMEN PRIISTA que ha sobrevivido intensamente durante casi un siglo de su existencia, seguramente sabe engullir, lacerar y enterrar bajo todas las piedras posibles cualquier ofensiva puntativa en diferentes tiempos políticos. LA HISTORIA MODERNA Y pasada, dan cabal ejemplo a lo ahora comentado. NADIE PUEDE NEGAR que el priismo en estos momentos vive el más álgido de todos sus destinos, en la ironía propia de haber recuperado la presidencia de la República en manos panistas durante dos sexenios. NADIE PUEDE NEGAR que el priismo ha jugado con más inteligencia al acotar el poder político a sus odiados contrincantes de ideología. NO SOBRAN ni faltan todas las “mañas posibles” del régimen para hacer sucumbir al adversario.

POR ALGO LAS CRÓNICAS de la conquista cortesiana pone en evidencia ese carácter único del mexicano convenenciero y traidor. HERNÁN CORTÉS, el ejemplo más vivo y latente en la memoria colectiva de una clase política centralizada, que en clara historia como logró pactar con el recio carácter tlaxcalteca, esa alianza profunda para someter finalmente al odiado imperio azteca. LAS CRÓNICAS escritas se entrelazan con mentiras y algunas verdades en eso de la superioridad numérica para acabar con los focos de resistencia del pueblo más avanzado de toda la América precolombina. FUE LA CAPACIDAD de mentir de Hernán Cortés a los también codiciosos innumerables pueblos sometidos a la confederación azteca que vieron la oportunidad ganada, para aniquilar a sus finalmente… hermanos de raza.

ASÍ NEGARON TODA SU HISTORIA, escribe Bernal Díaz del Castillo. ASÍ, LOS HERMANOS se comieron, uno a uno cada pedazo de aquel inigualable imperio mexica que estaba por alcanzar un grado de civilización arriba del europeo. PERO EL DESTINO de la traición, fue otro.

LAS PREDILECCIONES POLÍTICAS y financieras de Arturo López Obrador en Veracruz, seguramente llevan consigo en la partitura más sensible de este personaje un hastío por el hermano que reivindica su pureza muy jacobina. ANDRÉS MANUEL López Obrador es ese personaje que NO permite que nadie brille con luz propia, ni de lado, ni de frente a él. NO TOLERA que se le impute algún señalamiento. SE SABE el centro de la convulsionada República Mexicana y es incapaz (igual que su más cercano séquito) tomar otro punto de vista que no sea el del bolcheviquismo estalinista. QUE EL HERMANO mayor Arturo López Obrador, haya decidido su camino, convenenciero o no al apoyar de cara al sol al senador Héctor Yunes Landa como la mejor propuesta para ocupar la gubernatura de dos años, es cuestión muy personal de sus intereses. PERO QUE el señor López Obrador lo sienta como “alta traición” es miopía política de la buena; porque nadie es dueño de nadie y menos cuando un hombre se siente ya casi emparentado con dios. QUE NO MIRA, ni permite discusión de ninguna índole en la punta del goce del llamado filósofo de Nopaltepec; “el pinche poder”.

EFECTIVAMENTE: AMLO tiene bajo sus pies a medio país; pero el norte…NO. Esto le irrita, le puede incomodar al Ayatola de Macuspana; pero que el mayor de su familia aparezca en spots pagados por el priismo veracruzano, donde muestra su clara inclinación hacia Héctor Yunes Landa, no lo puede digerir tan fácilmente; ES UN “granadazo” en la banda de flotación de su piragua rumbo a la auto-nominación de la presidencia de la República en el 2018. ESTALLA Y ARREMETE con la frase lapidaria de que… “YO YA NO TENGO HERMANOS”. INTOLERANTE E infranqueable, hay que imaginárselo en Los Pinos, investido del poder presidencial. ES VÁLIDA SU tenacidad frente a un estado tan arrogante y engreído; es un personaje (AMLO) que pareciera ser hecho para este tipo de guerra popular prolongada en el manual del auténtico guerrillero que se escabulle de todos los ejércitos que le envía la oligarquía mexicana. SE RECONOCE en su terquedad, todas las mañas que lleva para no ser acorralado, pero falla en lo más sagrado del mexicano; la familia. AHÍ, frente al frondoso Ahuehuete, llora su impotencia y derrota, que bajo la misma sangre y carne, no puede evitar ser lacerada bajo el otro interés. Y PECA al enjuiciar y maldecir al hermano incómodo.

FIN DE LA EXISTENCIA bajo el clavo que llevara enterrado entre la lengua aguda de su ser y la maldición de todos los tlatoanis de la otrora Tenochtitlán. UNA INTOLERANCIA abyecta y despreciativa que llevara el karma, repetimos en el futuro de este personaje, que nadie culpa de ser como es; pero que su enorme vanidad a la Maximiliano Robes Pierre, lo pueden arrastrar al cadalso del desprecio popular y hundirle en un 9 de Termidor como en la Francia pos-revolucionaria.

“YO NO TENGO HERMANOS” y se asoma el perfil verdadero de este personaje que brilla intensamente, y que. Irónicamente, ese brillo le permite al Caín Arturo, asestar tremendo golpe al contrincante que fue puntero durante dos meses rumbo al 5 de junio. ASÍ ES, en la metáfora dialéctica de todas las historias familiares metidas en la vendimia politiquera. ALGUNOS sobrellevan las maldiciones familiares con un dejo de perjurio al futuro de sus maldades; OTROS, sin embargo son solo escaparates del malvado nacimiento y fusión de dos culturas, de dos carnes hermanadas bajo el espectáculo del odio que se lleva por dentro, para ocultar lo que verdaderamente se es…