Una lección para todos
Margarito Escudero Luis
La jornada electoral del domingo pasado, puso de manifiesto el hartazgo de la ciudadanía y decidió deslindarse de más de lo mismo y buscar una opción diferente.
Los resultados de la votación popular sorprendieron a todos, incluso a los triunfadores, que no se esperaban la gran diferencia que hay entre el primero y segundo lugar.
Algunos tuvieron que tragarse sus palabras, sus fanfarronerías son ahora motivo de vergüenza y salen más a cumplir con una obligación, que con sinceridad reconocer que se equivocaron y hacer un ejercicio de autocrítica que pueda regresarles los pies a la tierra.
El avance de Morena es innegable, pero no con toda la fuerza que se requiere para poder tener el control político del estado.
Muchos esperábamos que la dosis de votos contra el PRI se replicara en todo el territorio estatal, pero no alcanzó más que siete diputaciones, mientras que el PAN tendrá 15 y el PRI únicamente seis.
Es la nueva composición del Congreso local y se espera una actitud diferente de los legisladores con respecto a su relación con el Poder Ejecutivo.
Aunque aún faltan dos días para que la elección sea legal, Morena está reclamando hasta el último voto emitido a su favor.
Y es que las sospechas no pueden dejar de faltar, ante la costumbre del fraude, del engaño.
El sistema “se cayó” unos minutos en la madrugada, ¿suficientes para inflar la votación panista?
Ahí está la duda, la experiencia lo indica ante los fraudes cometidos en contra de la voluntad popular, como ocurrió en 1988, para que Carlos Salinas aplicara su tenebroso plan neoliberal, que hasta la fecha provoca serias afectaciones a la sociedad.
Luego los fraudes para encumbrar a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto.
Ya la diputada Rocío Nahle dijo que el triunfo de la coalición PAN-PRD es un arreglo cupular, una concertacesión para entregar el estado a Miguel Ángel Yunes Linares, a cambio (claro) de algún beneficio para los derrotados.
Yunes Linares viene de la misma escuela de los priistas actuales. Viene de la panza del monstruo que pretende derrotar, lo conoce por dentro, sus fortalezas y debilidades, sus manías, métodos y prácticas para mantenerse en el poder.
Yunes Landa se mostró débil desde el arranque de la campaña y su empecinamiento en mantener una guerra sucia con su pariente, le llevó a descuidar otros flancos.
También resulta sospechoso que, de 30 diputados, el PAN haya obtenido exactamente la mitad.
Falta ver cuántos diputados entran por la vía plurinominal, y eso puede determinar una mayoría.
Pero lo importante es que la gente mostró su hartazgo, atacó con la única arma legal que le permite tumbar cacicazgos, el voto.
Ahora falta que esté consciente de la fuerza que da la unión, que junto con otros ciudadanos que padecen los mismos dolores, pueden, de manera organizada, cambiar la forma de gobierno.
La elección del domingo fue una lección para todos, para los derrotados y los triunfadores, para los votantes, para los caciques y los funcionarios, que una vez alcanzado esa especie de trono, se olvidan del pueblo de donde surgieron.
El ganador de la contienda tiene ahora la responsabilidad de cumplir con las promesas que hizo y hacer un gran papel en la Cámara.
Falta mucho por hacer, muchas conciencias que despertar y ahora se debe demostrar que se pueden hacer las cosas diferentes con beneficios para todos y no sólo para los integrantes del equipo.
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