Martín Vázquez Cabrera
VERACRUZ, “EN EL TIEMPO DE ARROJAR PIEDRAS”
HACIENDO A UN LADO los tiempos idos de la invasión española, con Cortés y sus huestes de aventureros, tengo la terrible certeza de que nuestro estado, Veracruz, padece el tiempo más oscuro de su historia y por triste que se escuche, creo que una gran parte de la población sabía que se iba a poner peor, si ganaba o retenía la gubernatura el Revolucionario Institucional. NO TIENE QUE ver con pesimismo, ojalá fuera eso, ojalá estuviéramos equivocados, esa sí sería una fantasía en el pequeño mundo reducido de dos años para convencer a un sediento y exigente electorado, que terminó crucificando al partido histórico de la ya traicionada Revolución Mexicana.
TODAS LAS REFLEXIONES SOBRE ganadores y perdedores del pasado domingo 5 de junio pueden tener vertientes encontradas: “No se equivoquen quienes ganaron y tienen harta sed de sangre y venganza”; ya se equivocan si creen que ganaron el paraíso ahora. Y que el hacha que otros afilaron, también les oscila u oscilará sobre sus mismas cabezas a estos zalameros y busca-chambas de siempre, personajes despreciados por todo mundo que hoy se pasean por las principales calles del puerto presumiendo una victoria que solo el pueblo se dio a sí mismo.
SI EN EL ANUARIO HISTÓRICO INMEDIATO Enrique Peña Nieto está en la presidencia de la República, fue precisamente por la gente del domingo 5 de junio, se CANSÓ DE LA INEFICACIA de los dos últimos sexenios panistas, del “baño de sangre” al cual apostó Calderón para legitimarse ante la “ladillada” de AMLO. LA GENTE sale a castigar en la máxima de la política… “Pueblo con hambre, conspira”. LA BOCA DEL virtual gobernador electo del estado, Miguel Ángel Yunes Linares, lleva cientos de veces externando la aplicación de venganza que en el libro de la vida y muerte, le puso en mano y boleta cruzada, el pueblo de Veracruz para ser el instrumento de venganza contra los caídos priistas… LA OPERACIÓN JAROCHA no se dará, ningún tipo de reconciliación tampoco, es mejor mantener la guillotina bien aceitada y sangrante, antes de ser exhibido como complaciente, débil o traidor a la encomienda de la muchedumbre.
EN EL PRINCIPADO, Y COMO si no entendieran, en el gobierno de Enrique Peña Nieto (y en el otrora FIDELATO) se aferran a no querer descifrar el mensaje tan claro de los mexicanos y veracruzanos ante el derrumbamiento político-electoral del fin de semana pasado. NO FUE un código cifrado que no se entienda el enviado por el electorado de esas 12 gubernaturas ofertadas y más de la mitad perdidas para el PRI. PERDIÓ EL PRESIDENTE Enrique Peña Nieto y ganó el panismo aliancista del alicaído y convenenciero perredismo en fuga vulgar del escenario nacional. GANARON CON EL HASTÍO de todo un pueblo arrinconado por la forma financiera de llevar el gasto público, por los grandes privilegios feudales de los señores gobernadores, que le dieron con la puerta en las narices a quienes solo pedían un poco de justicia y pan, para ser un poco menos desdichados…GANÓ EL PANISMO, la fórmula menos mala de los otros contendientes, si no pregúntenselo a los del PVEM, AVE, MC, PT, PFCRN y a otras insignificantes deformaciones políticas emergidas de una mente urgida de ganar, dividiendo el sufragio; al final, la sociedad (el pueblo, la chusma, la prole) impusieron su dogma aplastante… “Morenos somos y en el camino andamos”.
EN EL ESCENARIO DIARIO de los bolsillos vacíos de miles de mexicanos, fue un descaro y una auténtica provocación que los priistas quisieran ganar los votos de la gente de la que se burlan diariamente, construyendo gasolineras, restaurantes, bares, hotelazos. OSTENTANDO UNA RIQUEZA mal habida. DILUYENDO los programas sociales en aras de un enriquecimiento oprobioso y ruin; “todo eso lo sabía la gentuza del domingo 5 de junio”. CON GARANTÍA DE impunidad desearían llegar a los primeros 20 años de este nuevo milenio. ¡Inmensamente ricos, aunque de nobleza republicana no conozcan ni un carajo. Pobres políticos mexicanos, tan ricos, pero tan pobres en entendimiento! (Carlos Hank González, Grupo Atlacomulco).
EN LA ALHAMBRA, último reducto de la presencia árabe en la España del medievo, Jorge Luis Borges describe así en su estupenda obra, El Aleph, el exilio moro de más de 800 años sobre el pueblo español: “Qué grato sentir o presentir, rey doliente/ que tus dulzuras son adioses/ que te será negada la llave/ que la cruz del infiel borrará la luna/ Que la tarde que miras… es LA ÚLTIMA”. Jorge Luis Borges, El último Sultán de Granada.
EL TIEMPO QUE ESTÉ o se asiente el neo-panismo-perredismo en Casa Veracruz, será como ayer, solo responsabilidad del priismo medieval que no supo insertarse en la vida del veracruzano del siglo XXI. RESPONSABLES E IRRESPONSABLES directos del infiernillo ladilloso que les depara estos próximos dos años…