Hay rumores que matan
Margarito Escudero Luis
La técnica del rumor es muy socorrida por el grupo en el poder, siempre la han aplicado y siempre obtuvieron buenos resultados.
De esa forma acostumbraron a muchas personas a creer lo increíble, a aceptar situaciones imposibles y a permitir que siguieran y siguieran ostentando un lugar que ya no les corresponde.
En Minatitlán, luego de la derrota electoral, dejaron correr la voz que la candidata triunfadora recibió ayuda del sindicato petrolero, a cambio de que se olvidara de su ciudad, otra versión dice que no hubo apoyo petrolero para el candidato priista y los sindicalizados salieron a votar libremente, como si en ocasiones anteriores no votaran en libertad.
La burda versión se cae ante el resultado, los priistas ya saben, a golpe de votos, que no son bien vistos por la mayoría de los ciudadanos, así que dejarse ganar es una tontería, sobre todo porque vienen dos elecciones muy importantes, la próxima presidencia municipal y la de presidente de la República.
El “apoyo” petrolero que algunos se atreven a asegurar, es una mentira más del sistema, a fuerza quieren hacer creer que unos ganan gracias a ellos que son los únicos que pueden hacerlo todo.
Lo malo de todo esto, es que hay personas que lo creen y se encargan de difundir tan aberrante mentira.
Es parte de la perversidad oficial, que una vez más demostró que no le interesa la gente para nada, solamente quieren conservar el poder, mantener el cacicazgo y disfrutar de los privilegios que el poder otorga.
Y la soberbia ha llegado a tal nivel, que ahora pretenden imponer a sus familiares, hijos, sobrinos y hermanos; novatos, inexpertos, desconocedores de la realidad social y que poco o nada pueden ofrecer para solucionar los conflictos del pueblo.
Cualquier cosa con tal de enturbiar un triunfo, manchar al ganador, sembrar la duda. Pero esos mensajes negativos deben tener un canal para su dispersión, claro que lo tienen, hay quienes se prestan a llevar los datos falsos, saben dónde, con quiénes, así comienza la infamia.
Pero los mitos siempre caen, traen fecha de caducidad, como el del tipo que era la garantía de ganar cualquier elección en Coatzacoalcos, como la infalibilidad de la familia Merlín, como las efectivas marrullerías de Fidel Herrera.
CIEGOS Y SORDOS
Subidos en el pedestal de la impunidad, dejaron de escuchar las voces del pueblo, que se convirtió sólo en un instrumento para legalizar su presencia en el poder, se llenaron de soberbia, de verdad creyeron que se les adoraba, hasta que hartaron a todos y ahora comenzarán a pagar el precio.
Cosoleacaque es hoy, el ejemplo del poder de la gente organizada, aquellos que, tal vez no saben de leyes, ni de códigos electorales, pero sabe de lo que son capaces los caciques, saben que no pueden dejarlos solos frente a las urnas, así que no han dejado solos a sus representantes, ahí están, soportando el calor, a las puertas del Ople para que nadie se atreva a intentar siquiera una transa.
Llegaron los representantes de la legalidad oficial y fueron abucheados y corridos del lugar y más personas del distrito llegan de los lugares más apartados de la zona serrana.
SOLIDARIDAD
No faltará quien insinúe acarreo, lo cierto es que esas personas viajaron en un autobús sin traer dinero para pagarlo, pero una vez en el lugar, los presentes hicieron la “cooperacha” para pagar el viaje.
La solidaridad popular en este momento es crucial para poder sacar la elección del distrito 26 con certeza para la gente que se esfuerza porque las cosas sean derechas, mientras otros se esmeran para que todo sea turbio y así, poder obtener su ganancia.
Darío Perdomo, quien fuera alcalde de Cosoleacaque y, hasta hace unas horas representante de Morena ante el Ople, fue señalado de querer “entregar” la elección a Gladys Merlín, versión imposible de comprobar. Perdomo es esposo de la aspirante a la diputación por Morena, Rocío Pérez y aun así, fue señalado de traicionar a su esposa.
Él dijo que nunca en su vida se había vendido, pero ya lo mancharon, sembraron la duda y por eso fue retirado de la representación ante el órgano electoral.
La contienda electoral está en otro nivel, mientras Miguel Ángel Yunes Linares muestra triunfalista su constancia de mayoría, en Cosoleacaque pelean hasta el último voto.
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