3 de Octubre de 2024

Revelaciones

Luego de las elecciones vuelve la delincuencia

Margarito Escudero Luis

 

Pasadas las elecciones, volvemos a sentir el impacto de la delincuencia, ya no importa si es organizada o no, el efecto es exactamente igual, personas lastimadas o muertas, se dedican a lo mismo y pueden darle la connotación que quieran, delincuencia común, raterillos, rufianes, mafiosos, o como sea, el caso es que más personas han muerto a causa de que no hay poder que pueda pararlos en seco.

De nada nos sirve que estén perfectamente clasificados los tipos de delincuentes que lastiman familias, si no hay forma de detenerlos, de qué han servido tantas patrullas circulando por la ciudad, si no están cuando se les requiere, si la zona considerada la más segura de la ciudad, es tan vulnerable como cualquier otra.

Al parecer, los únicos que tienen el privilegio de ser protegidos por la fuerza pública, son los bancos privados, que donde hay vigilancia todo el tiempo que estén en funciones, pero una vez caída la noche, cada quién debe cuidarse por sí mismo, hasta de los mismos patrulleros.

 

FAMILIA TRABAJADORA

Coinciden muchas personas, en que la familia Mejía se ha caracterizado por ser trabajadora, por esforzarse todos los días en sacar adelante su negocio que les permite una vida digna y, la noche del domingo fueron atacados, dicen que por “la delincuencia común”, tan letal como la organizada, ambas atacan cobardemente, sin dar pie a una posible defensa, están dispuestos a matar y su objetivo es quitarles a sus víctimas el producto de su trabajo honrado.

El Taquito es un negocio que, con el paso del tiempo se convirtió en una referencia en Coatzacoalcos, los visitantes no pueden decir que conocen esta ciudad si no pasan por el Taquito, en el mero centro.

Pues el domingo pasado, en ese negocio familiar se vivió la peor de las noches, presuntamente fueron atacados y al intentar oponerse, la señora recibió una estocada, luego su hijo fue asesinado también.

CAMPAÑA DE DESARME

Hay muchas cosas que deben ser aclaradas, la indignación popular cunde, la situación es cada vez más tensa y muchos ciudadanos hablan ya de conseguir armas para defenderse.

Sin embargo, el Ejército reactivó ayer mismo el programa de desarme, con mucha pompa llaman a la ciudadanía a que entregue sus armas a cambio de despensas, así el delincuente puede actuar con más seguridad, sin temor a resultar lastimado en alguno de sus asaltos.

Pero la opción de contar con armas está en el ánimo de los comerciantes y los trabajadores, ya no esperan el auxilio de la policía ni de ninguna fuerza que haya sido contratada para proteger a la población, ya no les garantiza nada el que haya muchas patrullas con personal armado hasta los dientes, si no pueden llegar a tiempo, si no llegan a brindar auxilio, si no se aprecia una coordinación entre los cuerpos policiacos, a la hora de la verdad.

La autoridad municipal tampoco cumple con su obligación de brindar seguridad a la ciudadanía que (teóricamente) votó mayoritariamente en su favor, pero aún están a la espera de que reaccione y cumpla con el pueblo que ansió gobernar y se faje los pantalones y salga a dar la cara y le exija a autoridades de mayor nivel que vuelvan los ojos hacia Coatzacoalcos, que si el pueblo votó en contra de aquellos, es precisamente por el abandono en que lo han dejado.

Eso es lo que espera el ciudadano de su autoridad municipal que quedó en medio de la nada luego de la pasada elección.

Ahora es cuando debe demostrar su liderazgo, no solamente enviar flores y condolencias a los familiares del difunto, sino que detenga la ola de violencia.

Pero el funcionario mayor, el que tiene varias maestrías, incluyendo en el extranjero, a pesar de esa preparación que dice tener, no ha podido (o no ha querido) demostrar sus conocimientos para evitar la delincuencia, para detenerla y, hasta hay quien dice que es el responsable de propiciarla.

Es de destacar que ese mismo domingo hubo un enfrentamiento a balazos en la colonia Gaviotas, donde unos sujetos dispararon contra una patrulla, ahí hubo un detenido.

 

SUFRE OAXACA

Pero las cosas no se detendrán ahí, la situación en Oaxaca es grave, policías controlan el hospital del lugar y no permiten que sean atendidos profesores lesionados, sólo personal policiaco. Con ese humanismo que han demostrado en las últimas jornadas en Juchitán, Nochixtlán, Salina Cruz y otros lugares oaxaqueños, nos pone al tanto de cómo se comportan los policías.

El pueblo de Veracruz muestra su solidaridad con los maestros que han sufrido la represión policiaca ordenada por Aurelio Nuño, el impasible secretario de Educación Pública, que pretende imponer a sangre y fuego la mal llamada reforma educativa.

 

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