Incongruencias nacionales
Margarito Escudero Luis
Hay una especie de incongruencia, de falta de tacto, de atención hacia lo que está sucediendo al interior de la sociedad mexicana por parte del gobierno federal, que en lugar de apaciguar, de hacer un intento por bajar el coraje de la gente, hace exactamente lo contrario.
De hecho, el movimiento magisterial ya está fuera de las manos del gobierno, pues a pesar de sus amenazas, de sus 11 muertos y sus heridos, la lucha sigue y crece y aparece en entidades donde apenas un año no había fuerza de los maestros.
Y a pesar de estar en un país convulso por la inseguridad, las desapariciones forzadas, los asesinatos, los robos, asaltos, secuestros a la vista de todos y ejecuciones a diario, pareciera que el presidente de la República y su gabinete y los funcionarios de alto rango, no tienen ni idea de lo que le sucede al ciudadano común, el que trabaja para poder tener algo de comer y algunos satisfactores.
Porque en lugar de llevar un poco de calma, una señal de que están trabajando para bien del pueblo mexicano, anuncian hechos que alteran, más de lo que ya está, el ánimo de la gente.
AUMENTAR EL FUEGO
Por ejemplo, hace unos días el presidente del Banco de México, Agustín Cartens, dijo que con 300 pesos alcanza para la despensa de una familia mexicana.
No se sabe si es falta de sensibilidad, falta de conocimiento sobre la realidad mexicana, ignorancia total sobre la situación de las familias o un alto nivel de cinismo de este señor.
Luego vino la declaración del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, amenazando con más violencia contra los maestros.
Posteriormente, escuchamos una… ¿estupidez, ignorancia, cinismo, poca madre? del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien poniendo su mejor cara de… quien no sabe nada, dijo que no sabía que a la gente le molestaba el aumento de precio a la gasolina.
Luego vino el aumento a las tarifas eléctricas, que (¿por fin?) ha hecho que los empresarios protesten alegando que el presidente había prometido que la reforma energética evitaría más aumentos en los energéticos.
Finalmente el gasolinazo, en medio de una crisis nacional muy severa, que amenaza con desbordarse, el gobierno le echa más gasolina al fuego.
O tal vez, verdaderamente no saben en qué país viven, ensimismados en sacar adelante el proyecto desmantelador de la Nación, no se han dado cuenta que están llevando al despeñadero a millones de compatriotas.
Quizá sea verdad que no han notado que le están robando el futuro de millones de niños y jóvenes que, hoy desempleados, encuentran un fraude en las profesiones que estudiaron, para las cuales no hay campo de trabajo.
OÍDOS SORDOS
Quizá se les hace demasiado fácil para que los obreros de Pemex despedidos, encuentren un empleo igual de rentable como el que les quitaron, sin defenderse siquiera.
El caso es que desde el gobierno federal, estatal y municipal, se alienta el descontento social, se alimenta la inconformidad y de un momento a otro exigirá que se le escuche y se tome en cuenta la terrible situación por la que están atravesando.
Pero tal vez, las exigencias populares no lograrán atravesar la muralla que impide ver y oír al pueblo, y le gobierno responderá como les ha contestado a los maestros; con policías, macanazos y balas.
Finalmente la idea es desmantelar al país, para que vengan empresas extranjeras a “salvarnos”, con muchos empleos mal pagados, con situaciones laborales difíciles de aceptar, lejos de las conquistas que durante muchos años de sindicalismo, se lograron para los trabajadores.
Allá, en las alturas, desde donde un pequeño grupo de personas dirigen los destinos de este país sin escuchar a la gente que dicen gobernar, más bien, parece que los ven como estorbos para sus planes, como cosas desechables.
Porque de otra manera no se entiende que, en lugar de procurar mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, más beneficios para las personas mayores, oportunidades para niños y jóvenes, mejoras sustanciales en los programas de educación; se hace lo contrario.
No están tomando en cuenta el futuro de la Patria, de su gente, de los niños y jóvenes que representan la continuidad del país.
Esa gente, la que ocupa el gobierno de México, no ha visualizado su lugar en la Historia, tampoco el pueblo de México se ha dado cabal cuenta que está pasando a la Historia como el más pasivo de todos los tiempos.
Lamenta más las derrotas de la selección de futbol, que los desastres gubernamentales.
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