3 de Octubre de 2024

HERALDOCOMENTADAS

A FINALES de los setenta, principio de los ochenta, era muy común escuchar entre trabajadores petroleros: “voy a checar tarjeta y regreso”. Ello significaba que se “mochaban” con el cabo para no trabajar ese día y cobrarlo al cien por ciento. Los petroleros eran los ricos de la cuadra, los que trabajan pocas horas y ganaban hasta cinco veces más de los menos afortunados que se empleaban en cualquier empresa de la ciudad. Un obrero empleado en Pemex ganaba más que un profesionista contratado en la localidad. Eran los tiempos de bonanza de Pemex.

Pero 30 años después, la historia es diferente: se acabó la minita de oro. No alcanza contrato para todos los petroleros. Hay recortes cada mes. Los trabajadores de confianza viven con el Jesús en la boca, porque no saben si en la siguiente catorcena les darán las gracias. Sindicalizados de planta todavía la gozan. Los transitorios son los que más sufren esta situación. Suman varios meses sin contratar. En el pasado bastaba con contratarse una catorcena o uno o dos meses, total, el salario era oneroso y alcanzaba para sobrevivir otro tiempo igual, en espera del siguiente contrato.

Ahora la historia ha cambiado, los transitorios se han apostado en la Pirámide Olmeca para recolectar víveres y llevar el sustento a la casa. Suman meses sin poder trabajar.

Son otros tiempos, incluso en la forma de pensar del líder de la Sección 11 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Ramón Hernández Toledo, quien ha llamado a todos los transitorios a que mejor busquen trabajo por otro lado. Incluso los ha cuestionado porque solo quieren trabajar en Pemex, ya que se acostumbraron al trabajo fácil, cómodo, y nunca aprendieron lo que es el trabajo rudo que ofrecen otras empresas del corredor industrial o de la ciudad.

TERRIBLE por donde se quiera ver, el secuestro y asesinato del trabajador petrolero Roberto Cristián Luis Guillén y el del microempresario José Luis Solís, cuyos cuerpos fueron encontrados en avanzado estado de putrefacción el lunes en la colonia Vistalmar.

Nadie está a salvo: el panadero, el adulto mayor, el taquero, el trabajador petrolero, el microempresario, los médicos, los maestros. Los que tienen y los que no tienen recursos. Todos son víctimas de la delincuencia y en el horizonte solo se vislumbra, como única solución, la entrada al puerto de la Gendarmería Nacional. Ojalá vengan pronto y sobre todo que en realidad sean el remedio para esta situación.

ESTE AÑO, de los 36 mil 841 aspirantes a ingresar a la Universidad Veracruzana que presentaron examen, solo 15 mil 184 obtuvieron un lugar, cifra que no cumple todavía con las expectativas de desarrollo profesional de los jóvenes recién egresados de educación media superior.

No obstante, en opinión de la diputada Minerva Salcedo Baca, se espera que con la nueva reforma que permitiría a la UV ejercer al menos el 4 por ciento del total del presupuesto del Estado, puedan garantizarse más espacios a los jóvenes aspirantes a estudiar en una de las cinco regiones de la entidad, donde actualmente se ofrecen 174 licenciaturas en 74 facultades.