28 de Noviembre de 2024

Revelaciones

Otra vez Yuribia
Margarito Escudero Luis

 

Nuevamente estamos amenazados, otra vez ante la posibilidad de quedarnos sin agua, ya que los habitantes de la sierra amenazan, otra vez, con cerrar las válvulas de la presa Yuribia.

Desgracia tras desgracia para los habitantes del puerto, de Minatitlán y Jáltipan que, en este caso somos tomados como rehenes por la falta de cumplimiento de los ofrecimientos hechos por funcionarios del gobierno, a los enojados serranos.

Es lamentable que no contemos con una instancia segura que impida estas atrocidades.

Las autoridades locales han demostrado su servilismo y entrega total, incapaces de, por lo menos, protestar ante las instancias superiores por las injusticias cometidas contra el pueblo que representan.

El caso es que se trata de un problema recurrente, repetitivo, que padecemos los habitantes de esta región y que no tiene visos de solución porque no está en nuestras manos.

Se supone que hay instancias dedicadas a resolver esos entuertos, encargadas de aplicar la ley, observadoras del bien común, pero que no han podido con este asunto.

O mejor dicho, quienes están al frente no han querido resolverlo, no les importa el malestar que puedan sufrir miles de veracruzanos.

Y todo puede tener una justificante, la falta de atención a esta parte del estado, puede tener relación con los resultados electorales.

Puede tratarse de un desquite ante la respuesta ciudadana en las urnas de las últimas dos elecciones, porque ni los serranos, ni en Coatzacoalcos se logró la aceptación oficial.

¿De qué otra forma puede explicarse ese abandono? Sino a través de un argumento que cada vez cobra más adeptos.

 

PÍDELE A MORENA
En diferentes instancias oficiales, cuando un ciudadano llega a solicitar apoyo, realizar un trámite, pedir ayuda, les responden groseramente "¡Pídele a Morena!"

Así se deslindan de sus responsabilidades y contribuyen al rechazo ciudadano mostrado en la elección.

Pero dejar sin agua a una población no habla de solidaridad con la gente que padece el mismo abandono, al contrario, pareciera que buscan un enfrentamiento contra los ciudadanos, más que llamar la atención del gobierno.

No hay autoridad, no hay gobierno, no hay liderazgo y lo peor, no hay solidaridad ciudadana.

Y en esas circunstancias, la tranquilidad social está en peligro, más ahora que en todo el país se vive un ambiente tenso ante el avance de la delincuencia, la indolencia y el cinismo oficial.

Podemos esperar que no haya respuesta positiva a los ciudadanos de Tatahuicapan y que esta bomba se entregue activada al gobierno entrante.

Qué más podemos esperar, luego de ver tanto acontecimiento negativo.

Las cuentas de las pugnas cupulares serán pagadas por los ciudadanos de hasta abajo, los intentan subsistir con su salario y ruegan no ser despedidos.

Triste el panorama. Hasta las 5:30 de la tarde del miércoles 20 de junio, la presa Yuribia no había sido cerrada, pero las movilizaciones en Tatahuicapan estaban en su apogeo.

Sería bueno que algunos funcionarios respondieran a los llamados si es que aspiran a alcanzar una votación decorosa cuando sean candidatos.