Urge la participación de todos
Margarito Escudero Luis
La ciudad, el estado y el país, necesitan del concurso de todas sus fuerzas y talentos para salir adelante, para sofocar la violencia y eliminar a la delincuencia, de generar oportunidades para los jóvenes, para quienes egresan de las universidades y puedan colocarse para que sus talentos sean aprovechados.
Si los enconos continúan promoviéndose desde las cúpulas de poder, seguiremos en un estancamiento histórico que tendrán que pagar las generaciones futuras, esas que no merecen ninguna atención de diputados, senadores y demás políticos, que se han empecinado en permanecer en el poder a cualquier precio y, si no lo logran, entonces buscan no dejar nada útil a quienes los saquen de su confort.
La guerra entre grupos de poder no abona en nada a la solución de los conflictos sociales, al contrario, los agrava, los profundiza, los hace crónicos; tanto que los muchachos y los niños creen que esa es la forma de gobernar y conducir un país.
Tanto, que en sectores muy golpeados por la pobreza, ven en la delincuencia una salida a sus problemas.
Eso no quieren verlo los políticos que hoy se pelean por el poder, no les importa y aún así pretenden que la gente los quiera.
Insistimos en la falta de liderazgo, hay jefes, funcionarios electos e impuestos, pero hasta el momento no hay guía, nadie que señale el rumbo, solo hay una bola de peleoneros que le han fallado a la gente que confió en ellos.
Entonces, pues más vale comenzar a resolver los problemas por nosotros mismos, antes que las cosas se pongan más difíciles, como parece que sucederá.
Pero se requiere el concurso de todos, las manos de todos, las ideas que surjan de los grupos para atender asuntos como la limpia pública, los drenajes azolvados, la falta de agua potable, la delincuencia; porque está visto que hasta el chapulín colorado nos ha abandonado.
Se requiere de paciencia, voluntad, trabajo, sacrificio, más sacrificio.
Y es que no hay señales de que esto vaya a mejorar en los próximos días; al contrario, esperemos que no cierren la presa Yuribia, que no vuelvan a tomar como rehén a los ciudadanos, que no se permita un acto más de terrorismo contra el pueblo, pero si no hay acuerdo en las próximas horas, volveremos a los tandeos y a las peleas entre vecinos por una cubeta de agua.
Ya no se puede esperar nada bueno de los políticos.
GRAN OPORTUNIDAD
Hoy la sociedad tiene la gran oportunidad de demostrar su capacidad de organización.
Se ha puesto en marcha un plan para que los propietarios de automóviles reemplaquen sus unidades, un propósito recaudatorio.
Pero, como algunos empresarios han tomado la decisión de no pagar el impuesto del 3 por ciento a la nómina, la misma ciudadanía debería decidir no acatar la orden de reemplacar.
Sería una gran lección para la clase política, que con el pretexto de estar apegados a la legalidad, no les importa burlarse de la gente, exprimirla y abandonarla.
VAN 19
Llegamos a creer que los funcionarios se burlan de los ciudadanos, vienen y dan indicaciones, buenas noticias y se toman la foto y se van muy felices, mientras la gente se queda, como siempre a padecer los efectos de la delincuencia.
Ya no es bueno recordar quién llegó al estado veracruzano a decir las buenas nuevas sobre la protección a periodistas y, apenas se fue, Pedro Tamayo fue asesinado.
La historia se repite, es lo mismo de siempre. Las sentencias dictadas por los jefes de la delincuencia, se cumplen, más tarde o más temprano, pero se cumplirán.
Porque Tamayo ya estaba amenazado, por eso tuvo que salir de su comunidad, huir de su propia tierra, esconderse sin ser culpable, porque cumpliendo con su oficio, afectó intereses de alguien poderoso que, en este caso, parece que son policías.
Triste fin de alguien que solo cuenta lo que ve, lo que sabe. Dicen que fueron 11 tiros que entraron en la humanidad de Pedro Tamayo y la vida se le escapó para siempre. Además nadie vio nada, nadie sabe nada, pero estaba amenazado, eso lo sabe la autoridad, por eso hacían como que lo protegían.
Ya se contabilizan 19 periodistas asesinados.
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