Lucy Martínez
Excelencia no quiere decir perfección. Quiere decir; hacer todo lo que puedas con todo lo que tengas en ese momento.
David tenía una honda y unas piedras Moisés una vara, una viuda solo un poco de aceite, José tenía nada; Nehemías no tenía los recursos para reconstruir unas murallas; Josué comenzó con un batallón sin armas; Gedeón era pobre.
Todos ellos; con pocos recursos lo hicieron con excelencia, dando lo mejor de sí, esforzándose día a día, de sol a sol.
La gente confunde el éxito con la excelencia, o excelencia con el éxito; el éxito llegará después de que hagas lo que no se te pidió ni se te exigió, lo que hagas voluntariamente y de corazón.
No hay peor maldición que lo que hagas sea una carga y un pesar.
El éxito la mayoría lo asocia a cuanto ganas o en qué nivel estás en tu trabajo, he conocido exitosos fracasados, llenos de quejas y pesares.
"El verdadero éxito es para pocos, la excelencia está disponible para todos. La excelencia tiene que ver con el camino que Dios tiene trazado para ti.
"Las personas excelentes que ponen su mente en Dios no tienen por qué ser empujadas para hacerlo bien. Cumplen sus responsabilidades por su propia voluntad".