25 de Noviembre de 2024

Revelaciones 14/03/2014

Democracia y chamba para todos

 

Margarito Escudero Luis

El gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa tiene mucha razón cuando dice que si hay empleos formales, hay seguridad, desarrollo económico y social, estabilidad, salud, vivienda, arraigo y felicidad.

De igual forma pudiera decirse que al mejorar las condiciones de quienes pueden generar empleos, teóricamente, las condiciones de los empleados tenderían a mejorar. Esa ha sido la argumentación de los empresarios locales que han batallado mucho para ser tomados en cuenta en los grandes proyectos que anuncia el gobierno para esta zona.

 

La creación de empleos es una tarea que no es privativa de México, es un gran problema a nivel global, debido a que las políticas no están enfocadas a resolver el problema de desarrollo social, entendiéndolo con el alcance de la felicidad de todos los ciudadanos y no solamente de una clase privilegiada.

EMPLEO EN AMÉRICA LATINA

En un trabajo de la Doctora Alice Abreu, Directora de la Oficina de Educación, Ciencia y Tecnología de la Secretaria Ejecutiva para el Desarrollo Integral (SEDI) de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre el Trabajo Decente, asegura que la generación de empleo es hoy el desafío más apremiante de la región (América Latina); no sólo porque el empleo representa la base de una vida digna y la fuente principal de ingresos para nuestra población; también porque el desempleo y la pobreza son amenazas latentes para nuestras democracias.

Asegura la funcionaria que tenemos una fuerza laboral que crece a un ritmo mayor que el de otras regiones.  Esta tasa de crecimiento en los 90s fue en promedio de 2.5% anual, esto significó que durante los 90, 47 millones de personas ingresaron a la fuerza laboral.  El reto es absorber este creciente número de trabajadores y ofrecerles buenas condiciones de trabajo.

Las altas tasas de desempleo en todos nuestros países son un dato preocupante.  La tasa de desempleo abierto urbano para la región se ubica en 11.3%  en  2003. 

También los altos niveles de pobreza e indigencia son un inmenso reto.  Hoy hay más de 220 millones de personas en la región que viven por debajo de la línea de pobreza; en México contamos con 30 millones de ciudadanos en pobreza extrema.

Los gobiernos, incluido el de México, tienen la necesidad de fortalecer la confianza en los regímenes democráticos, ya que estudios y encuestas muestran que el desempleo y la situación económica, son lo que más ha erosionado la confianza de los ciudadanos de América Latina y el Caribe en la democracia.

El gran reto es reorientar las prioridades y acciones hacia la generación de empleo, la superación de la pobreza y el fortalecimiento de la gobernabilidad.

Sin embargo, los expertos han dicho que, en cuestiones de empleo, los indicadores de la economía mexicana se encuentran lejos de alcanzar las metas propuestas que contribuirían a conseguir un crecimiento económico entre el 6 y 7% de manera sostenida.

PONERSE LAS PILAS

Ahora falta ver que las instancias encargadas de hacer valer los convenios y demás documentos que vayan por facilitar la creación de empleos, se “pongan las pilas” como dijo el gobernador, porque en muchas ocasiones, la burocracia se encarga de hacer lentos los trámites y de echar a perder la buena voluntad de las autoridades.

Las ferias de empleo, hasta el momento no llegan a cubrir todas las expectativas de los buscadores de trabajo.

Muchos egresados llegan a esas ferias con sus diplomas bajo el brazo y resulta que no hay una oferta que les convengan y salen desilusionados a la espera de haya una oportunidad, con el riesgo de convertirse en una estadística más y formar parte de la informalidad.

 

Además, ahora que la Universidad Veracruzana se inserta en esta búsqueda de la inclusión laboral, los mexicanos deberíamos depurar la currícula y dejar las profesiones que el país necesita, porque hay infinidad de carreras, principalmente promovidas por universidades privadas, que son básicamente generadoras de desempleados con títulos “inmediatos” y se pueden encontrar a sus egresados realizando labores lejanas a las que soñaron al finalizar sus estudios y en todo caso en empleos de su profesión pero muy mal pagados.