Heredar un paquete de broncas
Margarito Escudero Luis
Tremenda será la carga de problemas que tendrá que enfrentar el nuevo gobierno de Veracruz, pues de la mayoría de los despachos del gabinete hay muchas cosas sin resolver, al parecer la mayoría de ellas quedaron deliberadamente en el cajón del olvido.
Un serio problema que se quedó rezagado en el gobierno que termina y que viene arrastrándose desde hace muchos años, es el reordenamiento del transporte público, en todas sus facetas y todos presentan problemas internos debido a la diversidad de grupos que lo integran.
De hecho, pareciera que se protege al llamado “pulpo camionero” que invade rutas, da órdenes a las autoridades del Transporte Público y estas dócilmente obedecen.
De esa forma dejan en la indefensión a los pequeños grupos de transportistas que no quieren entrarle al manejo del “pulpo”, o que sus integrantes pertenecen a siglas políticas diferentes a las dominantes, lo que les hace quedar en desventaja.
Por lo menos en Coatzacoalcos, el añejo problema de los taxistas de la Central Camionera, los que la gente identificaba como “amarillos”, quedó más o menos resuelto cambiando de color, ahora se puede tomar un taxi en la central sin problema alguno, sólo los que la misma terminal les impone, como el cobro de una cuota, para permitirles llevar pasaje.
El caso es que todo el mundo hinca el diente a los taxistas.
IGNORAR A LA GENTE
Por otro lado, el problema más serio lo representa el transporte urbano, ahí los intereses políticos son más fuertes, los líderes han sabido acomodarse del lado de los políticos encumbrados en turno y han sacado raja de ello, apoyando a los candidatos oficiales, con los que queda el compromiso de hecho.
Pero descuidaron la calidad del servicio, es como de tercera clase, siempre en una brutal competencia con los demás, se apoderan de calles y cruces con la complacencia de las autoridades de vialidad y municipales, que se hacen de la vista gorda o son incapaces de meter orden.
De hecho en Coatzacoalcos no se ha cubierto al cien por ciento las necesidades de la población, que para las autoridades es lo menos importante.
Hay sectores en las colonias donde nunca pasa un autobús, hablamos de personas que tienen que caminar más de seis cuadras para poder abordar un autobús, ciudadanos de salario mínimo logrado gracias a las grandes inversiones que hacen las empresas extranjeras.
Asuntos como ese son los que tendría que afrontar el nuevo gobierno, se supone que será de oposición, que llegó hasta ese punto, gracias al voto de esos ciudadanos que claman por ser escuchados y tomados en cuenta.
Se debe considerar que el nuevo gobierno tendrá una duración de dos años, para que nuevamente el ciudadano acuda a su casilla a votar por otro candidato.
PENSAR EL VOTO
Sin embargo, también se debe tomar en cuenta que el ciudadano ya pudo notar lo importante que es su voto y que, organizadamente puede analizar el carisma de los candidatos y actuar en consecuencia.
Así que entre más información llegue al ciudadano, más elementos tendrá para decidir y entre esa información está la forma como se manejó el transporte público desde el gobierno, que ponderó más el interés político y de sus amigos, que el interés social, el de la gente que necesita del transporte para tener movilidad.
A la ausencia de transporte en las colonias, se debe sumar el alto índice de inseguridad que actualmente se padece en la ciudad, en la región y en todo el territorio veracruzano, el riesgo para las personas que trabajan, que se la rifan todos los días para que las empresas que mal les pagan, puedan sostenerse, no cuentan con la mínima atención del gobierno.
Lamentable situación y un gran paquete de problemas que le dejan al próximo gobierno.
Ojalá la ciudadanía observe que sería muy bueno cambiar periódicamente de siglas, a ver si así los políticos aprenden a respetar al pueblo.
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