Lucy Martínez
“El fracaso es a veces más fructífero que el éxito”.
Henry Ford
Tomás Alba Edison, un inventor que patentó más de mil inventos.
Durante su vida adulta, hacía un invento cada 15 días. A la edad de 8 años y medio ingresó a la escuela, y a los tres meses regresó a casa llorando porque su maestra lo calificó como “estéril e improductivo”.
A los 12 años comenzó a vender diarios y como podía, leía libros de ciencia en los anaqueles de las tiendas, entonces comenzó a hacer sus primeros experimentos.
Por salvar a un niño del tren quedó sordo, esto le trajo graves consecuencias es su trabajo como despidos.
Cuando hizo su primer patente le dijeron: “Joven si hay algún invento en la tierra que no queremos aquí, es exactamente el suyo”.
Tiempo más tarde inventó la primera lámpara incandescente, más de mil intentos fallidos, cuando le preguntaron por qué persistió si falló muchas veces?, él contestó:
“No fallé, al contrario, aprendí más de mil formas de cómo no hacerlo”.
Cada vez que tus planes no salen como esperabas, aprendemos cómo no volver a hacerlo, y recuerda que “Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo”.
1 de Corintios 1:28.
