28 de Noviembre de 2024

Revelaciones

La urgente participación de todos

Margarito Escudero Luis

Es verdad que no podemos perder la esperanza, no es viable dejarnos vencer por la adversidad, al contrario, es cuando se sacan fuerzas de cualquier lugar para enfrentarla.

No se trata de ser pesimistas sólo por serlo, sino que hay elementos suficientes para determinar que algo (o mucho) no está bien entre nosotros los mexicanos y que deberíamos estar atentos a las acciones que tomen quienes llevan las riendas del país.

Pero es necesario resaltar la actitud generalizada de los compatriotas, se siente un desinterés por las cosas que nos afectan, una apatía por las cosas de la colectividad, que ni siquiera en la micro comunidad que representa una cuadra, ya no se diga una colonia, se realicen acciones para mejorar la imagen y el ambiente que se comparte entre vecinos.

Esa falta de solidaridad entre vecinos se multiplica en toda la Nación y nos hace caer en un sopor del cual se aprovechan los dirigentes de cualquier organización, sean sindicatos, o instituciones de Estado, para hacer a su antojo, para olvidar a la gente que los llevó al puesto, para permitir que la delincuencia se empodere y para ir decayendo cada vez más.

Son muy pocos los chispazos de lucidez que se muestran entre ciudadanos, tan pocos que son aplastados por la fuerza del gobierno que más bien pareciera estar cuidando intereses ilegales.

Un claro ejemplo fueron las autodefensas de Michoacán, divididas y desbaratadas, con el principal promotor injustamente en la cárcel.

El doctor Mireles fue traicionado y abandonado a su suerte por sus principales compañeros que terminaron matándose entre ellos mismos.

Desafortunadamente, cualquier intento de organización social, así sea por arreglar un bache o colocar una luminaria, es vista como una amenaza por el gobernante en turno.

Cualquier petición que llegue a la autoridad, de inmediato se busca la forma de criminalizarla, se buscan antecedentes de quienes encabecen semejante acción, se les intimida y ese miedo que se guarda en lo más inmediato del ser, brota enseguida y se apagan los deseos de hacer progresar a la comunidad.

¿CÓMO CONFIAR?

Si por fortuna, vecinos de alguna colonia logran atrapar in fraganti a algunos delincuentes, las patrullas siempre llegan a tiempo para evitar algo y no es precisamente el linchamiento, pero cuando se denuncia una balacera o un asesinato, las patrullas sistemáticamente tardan hasta dos horas en aparecer.

No es que uno sea mal pensado, pero es tiempo suficiente para que los delincuentes puedan poner tierra de por medio. Si los delincuentes son atrapados por los vecinos, las patrullas llegan de inmediato. Qué raro ¿No?

Es verdad que existe un hartazgo, pero también hay apatía e indiferencia. La gente está más pendiente de asuntos ajenos a su realidad, que a su realidad misma, atentos a lo que haga o deje de hacer algún artista famoso o un futbolista antes que poner real atención a los conflictos que se viven en el país, a la realidad económica, a la entrega de los recursos naturales, a la pérdida de empleos, a la falta de oportunidades para estudiantes.

Sí se lee y se escucha en los noticiarios, pero no se participa en una acción colectiva para que las autoridades pongan más esfuerzos para resolverlo.

CONOCER LA HISTORIA

En toda la historia de la humanidad, de todos los países, no existe reporte de un cambio profundo, si no es por la movilización masiva de la gente.

Está en todos los libros de historia, pero en un país donde muy pocos leen, pues que esperanzas de encontrar soluciones en los libros.

Viene un año electoral, la propaganda pagada tendrá mucho que ver en la toma de decisión popular, quienes diseñan las campañas mediáticas, saben de las dolencias culturales de los mexicanos, de la necesidad de dinero inmediato, de las necesidades de afectos, todos esos elementos son utilizados con mucho cuidado para seducir subliminalmente al elector.

Sobre todo ahora que, recientemente, un multitudinario voto de castigo puso a muchos en su lugar y cimbró al monstruo que ganaba de todas, todas.

Solamente aquellos que están plenamente conscientes de su situación y de la necesidad de buscar mejores alternativas, no se dejan engañar, desafortunadamente representan el porcentaje menor de la sociedad.

Es una buena noticia saber que cada vez son más quienes se suman a este grupo, aún insuficiente para poder lograr un cambio por la vía legal y pacífica, pues los recursos con que cuentan aquellos que deberían servir a los mexicanos y que se han convertido en enemigos, son enormes y aplastantes.

Tal vez la gente ya pudo darse cabal cuenta de la importancia de su voto para cambiar el rumbo de su sociedad, tal vez espere grandes soluciones inmediatas y tal vez no observe que aún falta mucho para que esos cambios se vean y que se necesita de su constante participación.

Ayudarnos entre jodidos, es un buen inicio.

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