Martín Vásquez Cabrera
CRÍTICA A LA INMORALIDAD; “CUANDO LA RIQUEZA ES POLVO INFAME”
LA AVARICIA DE TODOS los días; la misma que nos aterra cuando la vemos “encarnada en un levantón” o “secuestro” de algún conocido cercano o lejano (que más da),pareciera que intentamos saltarla, para no ver en lo que nos esta convirtiendo; EN EL OPROBIO de una debacle que suma toda esa riqueza mal habida e insana, que es causal de toda miseria humana desperdigada diariamente por estos lares, que como SARNA se ha venido a situar en esas residencias hoy abandonadas a su pasmosa suerte de ver el destierro de sus oriundos propietarios. COMO LETANÍA CRUEL del sanguinario momento existencial que estamos padeciendo, la inmoralidad resulta un cruel desengaño para los que se consideran “aludidos” en ensayos periodísticos que solo transcriben las largas fechorías cometidas en el túnel obscuro de su avaricia desmedida…
“NO OBRAR Y OBRAR LO MENOS POSIBLE es el primer paso para atenuar las causas de la muerte”… Esta sucede con la vida como un instrumento; si se utiliza mal, pronto se estropea y para nada sirve…”CIERTO CARNICERO que sabía a las mil maravillas cortar y descuartizar se jactaba de utilizar durante 19 AÑOS el mismo cuchillo; en cambio los carniceros inexpertos precisan uno cada año. CHUANG-TSE; taoísta, filósofo chino del siglo IV, antes de Jesucristo, diseccionaba profundamente sobre la materia que terminaba convulsionando y enfermando a ciertos hombres: “Tao, significa… CAMINO” y en su aspecto más constante es una especie de rousseauismo proyectado desde la humanidad a todo lo existente. ESTO SIGNIFICA aceptación, no resistencia, inacción. EN EL FONDO: reconocimiento de lo inútil, que es la última palabra de los afanes humanos.
ASÍ,LA TRAGEDIA de exilios forzados que hoy se vive en formato de riquezas inimaginables para los “cristianos de a pié porteños”, nos hace entender el claro sentido de lo que acontece en una ciudad que vivió amurallada bajo los estigmas de las frivolidades y las falsas “fanfarrias” de ciertas ELITES que nunca esperaron que el mundo divino y justo se les viniera abajo ante el surgimiento de un nuevo orden; proveniente irónicamente de un desorden político y cultural que llegó como la peste de, Albert Camus a tomar cada metro de territorio y sus vidas, trastocando con ello los vergonzosos exilios de una ciudad que se niega a ser sometida al bagaje de una Negrenta acometida y regenteada por el hambre y la miseria que impide el circulante monetario, semana, tras semana y mes con mes.
EL OPROBIO DE ESTA desaceleración económica invita y recluta (ya lo hemos anotado) a bandas que buscan afanosamente el dinero negado por la vía de una quincena; otros son profesionales a los cuales les “rentaron la plaza” para explotarla en este intermezzo de un gobierno estatal que escapa y otro que está por llegar para asentar bases nuevas… “HABER hasta donde se llega en todo lo ofertado”.
PERO LA AMBICIÓN ESTÁ AHÍ; si se despertó es porque muchos sabían que la inmoralidad, de los inmorales da para construirse un castillo y sentirse señor feudal; riqueza, llama a usura… RIQUEZA llama a pecado y Coatzacoalcos se ha cocinado siempre en las membresías de los pecadores impunes.
ESTA RIQUEZA OPROBIOSA exhibida bajos los signos de la impunidad politiquera fue imán y destino de los mismos que la gestaron. NO DA PARA argumentar o justificar lo que tengan que decir los muchos que se han ido del puerto; es injusto e indigno tacharles de como edificaron sus patrimonios a los cuales, hoy les han puesto precio. LO QUE SE JUZGA es la otra cara del esplendor del puerto, ahí donde la inanición financiera que vive la ciudad “espanta” ante la saliente de picos financieros oprobiosos. OFICINAS Y SECRETARIAS que todo mundo sabe han sido saqueadas inmisericordemente bajo la complacencia del poderoso en turno. “LA GRAN MAYORÍA” de los ciudadanos sabe quiénes reivindican el enriquecimiento inexplicable… RIQUEZA QUE ESPANTA y conmina a la justificación de todas las venganzas políticas como las que dejaron para lección histórica del pasado 6 de junio.
EL COATZACOALCOS de ayer para nacer de nuevo, tiene que morir dos veces: una nueva sociedad deberá surgir de esta infame cultura del robo y abuso de todos los recursos que se mueven a la par del poder político. EL PUERTO es demasiado pequeño en su territorio para seguir depredándole, sexenio tras sexenio… ENAJENANDO LA TIERRA que se ha robado vilmente bajo convenios y reconvenios obscuros que hoy son expuestos a la luz pública con disparos a quemarropa para que no quede “duda” de quien se trataba el sujeto… LEVANTONES para ir acomodando la nueva conciencia de estas víctimas de la inmoralidad y saqueo!
UN CREPUSCULO AL AMANECER de esa otra ciudadanía que excreta en las urnas y con el voto arriba, a ruines y mentirosos de toda laya que se ofertan como ”Políticos profesionales”. QUE NO NOS DE MIEDO señalarlos con sus nombres y apellidos… QUE PASEN a la posteridad de esta noble tierra no como “comerciantes exitosos en todo”, sino como renglones torcidos; accidentes viles de una tierra que los engendró y a otros los recibió en benevolencia para ser saqueada.
POSDATA: EFECTIVAMENTE; urge un profundo debate en las mesas de café del puerto para hacer el recuento de daños y quienes incubaron esa política del valemadrismo depredatorio. ES VALIDO TAMBIÉN, que nos miren mal y nos envíen a todos los demonios posibles para exterminar el razonamiento de lo contado y señalado. LA ULTIMA HISTORIA de este “Coatzacoalcos de todas las infamias” se habrá de contar caminando bajo las tertulias de las escolleras… NARRANDO, quienes sí sobrevivieron a este aquelarre por la restauración de un mejor lugar. EL MISMO que tiene en el exilio y en las sombras a ciertos “Ángeles Caídos”.
