Hay quien añora a Zapata
Margarito Escudero Luis
Hay personas que no entienden o no soportan a la oposición, o no quieren aceptar que hay funcionarios electos por mayoría real y aplastante.
Pero además de eso, son doblemente oposición, pues critican a las autoridades de una corriente política y a las que son de otra postura totalmente diferente.
Desafortunadamente, este sistema ha creado ciudadanos inconformes conformistas, critican desde la comodidad de su espacio, sin arriesgarlo, sin permitir que esa zona de confort sea siquiera raspada.
Añoran personajes que nunca conocieron y esperan que resurjan para que vengan a salvarlos del terrible caos creados por los políticos que hoy cumplen, o deberían cumplir con sus funciones.
Así las cosas, sería bueno saber cómo reaccionarían si sus ídolos revolucionarios, como Pancho Villa y Emiliano Zapata, volvieran a cabalgar llevando justicia a los pobres, antes de ser asesinados nuevamente.
Desde la paz de su Facebook, manifiestan su descontento porque “ya no hay hombres” como esos, sin conocer de fondo las condiciones de vida que los llevaron a enarbolar una bandera política.
Pretenden con su actitud comodina, desacreditar a los actuales luchadores sociales, los que salen a defender su causa, a cambio de macanazos, balazos o desapariciones.
Condiciones, por cierto, que también tuvieron que sortear Villa y Zapata y que, gracias al apoyo que les brindó la gente, pudieron llevar al éxito su campaña.
SALIERON DE SU CONFORT
Definitivamente, no podremos ver una lucha como aquella que protagonizaron sus héroes favoritos; las condiciones históricas son totalmente diferentes y se verían ridículos mexicanos a caballo combatiendo el actual sistema de gobierno.
Es bueno mencionar que aquellos mexicanos dejaron sus comodidades, como quiera que fueran estas, para salir a luchar.
Además de arriesgar la vida, arriesgaron lo poco o mucho que tuvieran, en la búsqueda de un futuro mejor.
Lo lograron. Nos dejaron la posibilidad de contar con un trabajo “de planta”, bien pagado, con prestaciones que en los primeros años del siglo XX eran imposibles de imaginar, heredaron seguridad y confort para muchos afortunados mexicanos.
Sin embargo, por el rumbo que han tomado las cosas en México, se corre el riesgo de perder esas conquistas y lo único que pueden hacer, es descalificar la lucha que emprenden quienes sí se atreven.
SÍ HAY HÉROES
Porque sí hay luchadores y muchos. Los maestros pusieron el ejemplo a otros que permitieron la pérdida de conquistas sindicales, las autodefensas en Michoacán no avanzaron porque las dejamos solas a merced del gobierno.
Aquellos que fueron domesticados por un sistema sindical entregado a los patrones, no les quedó de otra que aprender a refunfuñar, pero a escondidas para no perder el “tiempo extra” ni la oportunidad del préstamo.
Mientras, apenas unos cuantos mexicanos toman las calles para enarbolar la lucha y los dejamos solos.
Otros más, fingiendo no ver la votación aplastante, buscan desacreditar a quienes fueron realmente electos, tal vez por la envidia que provoca no contar con la simpatía suficiente para ganar una elección.
Finalmente, con esas actitudes lo único que se logra, es dar fuerza al agónico monstruo que, según dicen, quieren combatir.
Desafortunadamente ni Zapata ni Villa vendrán a salvarnos.
Sería bueno entonces, seguir su ejemplo si tanta es la admiración que les tienen.
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