Martín Vázquez Cabrera
PRESOS EN LA CIUDAD DE LAS GRANDES AVENIDAS
COMO PESADILLA INSISTENTE, como tiempo maligno que no se extingue, los gravosos acontecimientos que se juntan en nota roja de cada día; en el twitteo galopante de esos acontecimientos que ya tienen en vilo a la castigada sociedad porteña que no la ve venir ni en quincena, ni mucho menos a final de mes. ALTERADA LA VIDA de una ciudad trazada para un futuro promisorio. Que tiene culpa de tanto estiércol reconvenido en acuerdos oscuros, de esos que se “fueron” y de los que están.
HORARIOS TRASTOCADOS y casi la desaparición de aquella clase de gentes que le daban sentido al estilo del porteño. SE DEAMBULABA, se exhibía la cadencia al caminar. Algo así como mecerse al ritmo de un buen danzón. EL PUERTO hoy es ya tan lejano y extraño, hay otro palpitar por sus calles. No solamente han desaparecido esos rostros conocidos y clásicos, sino hay otro olor que pesa en el denso ambiente. UN DÍA tras otro mes, la ciudad edificada en su modernidad sucumbe y a la vez resiste estoica a tanta nota de mal agüero que se desperdiga por sus calles, colonias, por donde se escurre tanta maldad.
¿TENÍA QUE SER ASÍ el precio a pagar de sus antiguos moradores? ¿Nadie imaginó en lo que nos convertiríamos al haber enganchado muchos destinos financieros a gobernantes de afuera que solo fornicaron a conveniencia con los ambiciosos de por acá? ¿QUIÉN PROFANÓ a esta ciudad hasta convertirla en el meadero obsceno que es?
COATZACOALCOS no es tan complicado; tiene (o tuvo) una clase política pendiente de luchas caciquiles y perversas. SU DESTINO PETROQUÍMICO y comercial le hizo soñar en algún tiempo que podría escalar en otras latitudes pero su intrínseco egoísmo rancio e idiosincrático lo envió a luchas politiqueras que solo encumbraron a una rancia partida de ambicioso personajes y sus grupos, que venidos de los oscuros pasillos del hambre sempiterna y del vil oportunismo, terminaron entregándola a los malos y modernos tiempos que hoy le laceran. NUNCA PUDIERON estar a la altura de las nuevas circunstancias. LA GRAN MAYORÍA (de rancia estirpe venida a menos) entregó a los sultanatos oprobiosos (gobernadores) sus apellidos y el poco prestigio que les antecedieron o heredaron sus antepasados. DIGNO ANÁLISIS sociológico del enriquecimiento y encumbramiento, y como novela de William Shakespeare, en su obra Enrique III; “El poder lo conquista todo” (es lo que pensaron). HOY ESTA ciudad, nuestra aún ciudad está bajo pago de todas esas facturas del abuso e ignorancia del poder. LOS QUE SE pensaron faraones de la costa oscura veracruzana languidecen. Prácticamente están acabados, y en ese destino nos arrastraron a todos nosotros, no hubo siquiera alguien que pensara diferente en el mundillo de ignorantes politiqueros de rancio linaje que advirtiera en lo que se vivía de borrachera durante los dos últimos sexenios. SIN PENSARLO, los futuros herederos del territorio geográfico veracruzano serían esos malandros que les sirvieron para festinar su lasciva y abusiva condición de funcionarios intocables durante largos 12 años de dolce vita.
LA CIUDAD SE oscurece todos los días, abdica en su forma de vida en todos sentidos. SU DIAMETRAL VIDA no encuentra el sentido de existir más allá de cumplir con los horarios de trabajo; se habla poco (y quedo), no hay gentileza, hay sumisión en cada impaciente trabajador. LA GENTE se retira de los aparadores. Y en pleno centro se mete cualquier malandro y pistola o puñal en mano te arranca la poca ganancia del día. ES LA INSATISFACCIÓN DE LOS VICIOSOS, que por dos billetes te quitan la vida si te resistes. ¿Y LOS NUEVOS guardianes? VAN LENTO muy lento al aviso del auxilio reprimido por no tener represalias. ¿ESTAMOS PUES en manos de los mañosos?
¡NUESTROS MUCHACHOS sí les van a hacer daño a los hombres malos, nuestros muchachos no les tienen miedo a sus fascinerosos! (Donald Trump, al presidente Enrique Peña Nieto). La clara visión de lo que es una forma, y el otro contenido de tomar muy en serio el combate al crimen organizado. Léase para que se entienda la otra dialéctica anglosajona.
CULTURA DE PÉSIMAS planeaciones en su futuro. Cultura de la inseguridad como herencia maldita; asaltos, secuestros, ejecuciones. Sin empleos, sin inversión, sin fundamentos morales de sus gobernantes y luchas brutales entre la clase politiquera y los que la alientan desde el poder estatal. UN COCKTEL explosivo que solo beneficia a quienes actúan desde el submundo criminal. SABER CONTAR los días, sus noches donde se presagia la próxima ejecución, el próximo asalto, la próxima víctima. Quien sea, no importa para aquellos que edificaron esta situación actual. ELLOS SE ENRIQUECIERON con esta ciudad, ahora viven fuera del país o acaso huyendo de sus propios demonios que ellos mismos desataron.
UNA VIEJA y rancia oligarquía local que observa la izquierdización de la región como su nuevo feudo absoluto al adquirir la membresía morenista en la cual suponen recuperar todos sus alicaídos privilegios sociales. AUNQUE POR DENTRO desprecian a la ciudad que los ha enriquecido y miran de soslayo a su propio pueblo acaecido y enajenado en su propia ignorancia. ELLOS seguramente compartirán en lo futuro los destajos que le quedan a Coatzacoalcos, ellos, los que han contribuido también al actual estado de cosas. MINANDO y succionando las arcas municipales. QUIÉN DIRÍA que las hienas cenarían juntas una vez más, pero con el menú de una pseudo izquierda populista y ramplona!!
EL PUERTO mientras se sigue cocinando a fuego lento. LA CIUDAD se divide abismalmente cada día más. Y CADA DÍA, el sur de la ciudad se calienta, hierve en ejecuciones. Los nidos y escondites del cobro de piso revientan por doquier y a cualquier hora. HUITZILOPOCHTLI y la señora reclaman su otrora territorio; martes y viernes ya no son sus únicos días para ofrendarle. LA PRISA POR ANIQUILAR y reordenar ciertos sectores no dan pauta para dos días. LA SOLEDAD de las calles con sus apurados habitantes hace sentir tantos fracasos y olvidos. HUBO ACAUDALADOS en dinero que se llevaron todo, hay olvido y desesperanza que solo alberga odios y resentimientos. Y EN ESE CAMINO andamos o mejor dicho, sobrevivimos en la futura planeación de nada que no sea sortear el día a día de una suerte a la cual muchos le rezamos. SE NOS MUERE LA ciudad de los fines de semana cálidos. SE NOS MIRA desde fuera como punto rojo, en un lugar inapropiado para fincar “algo”. UN ESPACIO INFESTADO donde no puedes confiar en nadie. CADA QUIEN DELATA, cada quien… Te vende!!!
