29 de Septiembre de 2024

Uso De Razón

El candidato sí importa

Pablo Hiriart

 

En estos tiempos en que todos los partidos están embarrados por hechos de corrupción, abusos e ineficacias manifiestas, la persona que elijan como candidata o candidato a la Presidencia sí importa.

Como nunca, van a importar quiénes sean los candidatos presidenciales, cuál es su hoja de vida y sus compañeros de viaje.

Ya sabemos que López Obrador lleva la ventaja en las encuestas para ser el ganador de los comicios de julio, y frente a él los partidos no se pueden equivocar.

En el PRI sonaba ayer un excelente nombre para la candidatura presidencial, que si se hace acompañar por un buen equipo de campaña, tendrá muchas posibilidades de rivalizar con AMLO para llegar a Palacio Nacional.

Del lado independiente descuella Margarita Zavala con una trayectoria personal intachable, un equipo honesto, y con 16 puntos en las encuestas que van a aumentar si logra la proeza de reunir un millón de firmas para meterse a la boleta electoral.

Margarita posee el enorme mérito de estar con ese elevadísimo porcentaje de intención de voto, a pesar de que no tiene partido ni spots ni dinero.

Los que han menospreciado a Zavala por ser “la esposa de Calderón”, o lo dicen confundidos por miedo o por machismo. Ojo con ella. Va a crecer porque está limpia.

En el Frente Ciudadano, que cada día tiene menos de ciudadano, se equivocan al poner como principal adversario al PRI.

No convence el discurso lopezobradorista de Ricardo Anaya, pues eso lo hace mucho mejor el personaje original, AMLO.

Peor es el caso de su compañero de viaje, Dante Delgado Rannauro, líder del partido MC, aliado al PAN, que llama a vencer “al PRIAN”, como lo expresó en el Foro Político de El Financiero el pasado miércoles.

Qué confusión. El partido aliado del PAN en esta elección presidencial llama a derrotar al PRIAN. Y el presidente del PAN, ahí, presente, no dijo nada.

PRI y PAN le han dado viabilidad al país en estas décadas. En lo económico y en lo institucional.

Ante los llamados a “derrocar” a presidentes constitucionales como hizo el PRD de AMLO, priistas y panistas evitaron la catástrofe económica y social que habría significado quedarnos sin poder Ejecutivo. El que tome la calle gana. Una locura que el país no les puede perdonar a los que complotaron contra México.

Los priistas y panistas en el Congreso hicieron las reformas que tienen al país en pie, a pesar de situaciones extremadamente delicadas en lo interno y en lo externo.

Ahora ni siquiera AMLO se atreve a decir en voz alta –como le recordó el ex presidente Carlos Salinas la semana pasada– que va a echar abajo el Tratado de Libre Comercio. Lo defiende.

En su programa de gobierno López Obrador no echa abajo ninguna de las reformas de Salinas ni de Calderón ni de Peña Nieto.

¿Qué pasó? ¿Por qué bloqueó carreteras, tomó el Zócalo, crispó el ánimo de los sectores populares y polarizó a la sociedad en contra de lo que ahora no quiere quitar?

O vivió todas estas décadas en el error y debería retirarse de la política, o es un gran mentiroso y sí actuará contra la modernización del país.

Lo malo de priistas y panistas (que también comparten alegremente los morenistas) ha sido la corrupción y la falta de resultados en seguridad. Unos más, otros menos, pero los partidos están manchados.

Por eso va a ser importante el candidato y sus equipos. Las personas van a contar, más que sus partidos.

Los priistas perfilan a un buen candidato presidencial. Y en la oposición destaca Margarita Zavala. La moneda está en el aire. AMLO no ha ganado.

 

Twitter: @PabloHiriart