Como estaba previsto, el día de ayer muy puntual a las 11:00 horas reapareció Renato Tronco Gómez para una rueda de prensa en la ciudad de Coatzacoalcos. Con barba crecida, gorra y en general un atuendo que no es al que nos tenía acostumbrados, sin sombrero, sin cinturón piteado, pero con mucho entusiasmo, se presentó ante los diversos medios de comunicación que acudieron al hotel Terranova para ver y escuchar al personaje que estuvo ausente de la vida política y social por más de dos años.
Una orden de aprehensión con tintes a todas luces políticos, lo sacó de la jugada cuando estaba en plena gira por todo el estado de Veracruz, en la búsqueda de la candidatura independiente para la gubernatura hace más de dos años. Ahora regresa con nuevos bríos, acompañado de una gran caravana de vehículos que hicieron el viaje desde Las Choapas, para anunciar que quiere ser candidato a gobernador y que su nombre con toda seguridad estará en la boleta electoral el próximo año.
Para Renato, los colores partidistas son lo de menos, se trata solo de un membrete como requisito para poder participar en la contienda electoral, lo mismo da si se concreta con el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Regeneración Nacional (Morena) o Movimiento Ciudadano (MC), lo cierto es que el ex diputado y ex alcalde choapense está decidido a jugar un papel protagónico en la actividad política y seguramente lo hará y para muestra, la alcaldía que ganó su hermano Miguel Ángel bajo las siglas del Partido del Trabajo (PT) pasando sobre el PRI, PAN y Morena.
Después de su aprobación en el Senado y la Cámara de Diputados federal, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó y publicó el día de ayer, la Ley de Seguridad Interior, con la salvedad de que esta no entrará en vigor de inmediato como debiera ser, sino que estará todavía sujeta a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronuncie al respecto sobre su constitucionalidad. Esa determinación de Peña Nieto, es una respuesta a las diversas voces de personajes y organizaciones que se han pronunciado en contra de esa ley.
De haber hecho caso el presidente Peña a las voces estridentes que se lanzaron en contra de que se regulen las actividades del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea en materia de seguridad interior, esto hubiera sido algo así como una derrota en pleno proceso electoral, de ahí que fue inteligente al haber dejado el balón en terreno de los magistrados, quienes habrán de deliberar al respecto y una vez que esto ocurra, independientemente del sentido del fallo, esto queda fuera del ámbito del titular del Poder Ejecutivo.
Respecto a ese tema existen muchas opiniones que condenan la promulgación de esa ley, con vaticinios catastróficos como violación de los Derechos Humanos y otras arbitrariedades. Sin embargo, parece que muchos de los opinadores no tienen idea de lo que persigue tal ley, misma que solo pretende regular lo que en la práctica ya existe desde hace casi diez años, es decir, la actividad de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad.
Los Derechos Humanos no se violan por la puesta en marcha de una ley, al contrario, si las Fuerzas Armadas tienen bien determinadas sus labores y acotada su actuación, esto permitirá que se eviten acciones para las que no estén facultados, de lo contrario, ya existen leyes en materia penal a las que deben someterse.
