22 de Noviembre de 2024

Revelaciones 07/05/2014

La indignación aumenta

Margarito Escudero Luis

Ahora los balazos suenan en Coatzacoalcos, nuevamente la violencia se apodera de la ciudad, los asaltos son más violentos, con la idea de esparcir el temor entre la gente, y que olvide sus ansias de defenderse.

Así le sucedió al joven arquitecto Anthony Jiménez Cárdenas, catedrático en una universidad privada y que opuso resistencia al asalto, pero los delincuentes portaban armas y no se tocaron el corazón para dispararle.

Se supone que querían robarle su vehículo, pero éste pareció al día siguiente abandonado. ¿Entonces de qué se trata?

 

Es un hecho indignante, a casi tres meses de que el gremio periodístico perdiera a uno de sus miembros, la sociedad de la región vuelve a cimbrarse ante un crimen atroz.

Y más aún, ayer miércoles otro crimen mancha la tranquilidad de la ciudad, cuando un joven en la colonia Santa Rosa, fue asesinado de un balazo justo frente a su domicilio.

Uno podría reclamar a las autoridades, el clima de tranquilidad hace mucho tiempo que no existe en la región, la zozobra y el miedo se han apoderado de la gente, mientras los funcionarios declaran que no pasa nada.

Pero del miedo puede surgir mucha fortaleza, ya la comunidad universitaria prepara una manifestación, siempre con el cuidado de llamarla “pacífica”, para no alterar a nadie, que nadie pueda ofenderse porque los estudiantes y catedráticos tomen la calle para reclamar que se haga justicia.

Es muy probable que otros sectores de la sociedad se unan a esta marcha, que partirá desde el lugar donde Anthony Jiménez Cárdenas fuera herido, para llegar a las instalaciones del Mando Único, en la colonia Palma Sola.

RECUERDO A GOYO JIMÉNEZ

Recordamos a nuestro compañero Gregorio Jiménez (también Jiménez), que hace tres meses fuera secuestrado y su cuerpo encontrado una semana después en una fosa clandestina, en el municipio de Las Choapas.

Anthony llegó con vida al hospital, pero la gravedad de la herida hizo que falleciera minutos después.

Tanto Gregorio como Anthony eran gente de bien, de esa que lucha cada día por mantener un estilo de vida, por subsistir dentro de la honradez y la dignidad. Tal vez la camioneta que defendió con su vida, le costó mucho trabajo adquirirla, como para permitir que así como así, se quisieran quitársela.

Ahora, el proceso de reclamar a las autoridades que encuentren a los asesinos se repetirá en las calles de Coatzacoalcos. Tal vez se ha perdido un tiempo precioso y esos reclamos debieron hacerse con más tiempo de anticipación, porque ahora los asesinos están enterados de las acciones a tomar y seguramente podrán evadir a la justicia.

El caso es que con los cambios efectuados en el área policíaca no se ha logrado gran cosa. La delincuencia se ha apoderado de la ciudad y de las ciudades de la región.

NO MÁS SILENCIO

Robos a casa habitación son más frecuentes y lo sorprendente es que nadie se da cuenta, nadie se ha preguntado a dónde van a dar los artículos sustraídos en diferentes domicilios.

Robos de vehículos a la alza también, algunos han sido recuperados, pero la gran mayoría se pierden, nadie sabe, nadie supo, pero se trata seguramente de un gran negocio, no pueden ir muy lejos, en algún lugar se están vendiendo sin control, piezas de autos usados.

Secuestros que no se denuncian, asaltos que no se conocen, violencia y más violencia, escondida, solapada por la indiferencia de quienes no han sido atacados.

Alguien está interesado en que la sociedad permanezca dividida, para que no pueda defenderse con la fuerza que da la unidad.

Entonces, ya no es justo que dejemos solos a los estudiantes y a los familiares del arquitecto. Hace tres meses fue Goyo Jiménez, ahora son dos muertos a balazos, al rato puede ser cualquiera de nosotros.

Por eso no es justo que nos quedemos callados, no podemos esperar a que nos toque ser asaltados, secuestrados o balaceados, para salir a exigir justicia, ojalá que la marcha de hoy esté concurrida, que la autoridad vea la indignación y el enojo de un pueblo que ya está harto de tanta violencia e impunidad.

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