24 de Febrero de 2025

SERPIENTES Y ESCALERAS

Los Alemán, después de huir, negocian con el SAT

SALVADOR GARCÍA

Eran los primeros días de diciembre de 2020 y Miguel Alemán Magnani fue citado en las oficinas de la directora del SAT, Raquel Buen Rostro. El empresario llegó puntual a la cita y se le veía tranquilo, a pesar de que su empresa Interjet ya había empezado a cancelar vuelos y a suspender operaciones por problemas de liquidez que le impidieron pagarle a ASA por la turbosina para sus aviones. Los trabajadores, sobrecargos, pilotos y personal de tierra también acusaban retrasos en sus pagos y hasta la Profeco preparaba una recomendación a los consumidores para que no compraran boletos a la aerolínea de los Alemán “porque no es segura”. Pero a pesar de la tormenta, Miguelito, como le dicen sus amigos empresarios, llegó confiado a su cita, creyendo que encontraría apoyo de Buenrostro por la amistad entre su padre y el presidente López Obrador.

Pero para sorpresa de Alemán junior, la famosa “dama de hierro” de los impuestos no lo recibió tan amablemente. Apenas se acomodaba en la silla el empresario cuando Buenrostro le soltó a quema ropa: “Necesitamos que paguen sus adeudos con el SAT y que lo hagan a la brevedad si no quieren enfrentar denuncias legales”. Miguel trató de mantener la calma y respondió con los modos finos y educados que le caracterizan que ni él ni su padre se negaban a reconocer los adeudos fiscales y mucho menos a pagar, pero que su situación era complicada y requerían tiempo y una negociación adecuada para poder cubrir lo que ellos reconocían como adeudos. Entonces la titular del fisco federal se dejó de cortesías y fue directa: “Es muy sencillo, si ustedes no pagan sus adeudos —que entonces oscilaban entre 3 y 5 mil millones de pesos—  los voy a meter a la cárcel a ti, a tu padre y a tu hermana”.

El tono de Raquel Buenrostro no dejó dudas y Miguelito apenas si pudo balbucear que iban a revisar el tema familiarmente y que se volvía a comunicar para una nueva reunión. Cuando salió de las oficinas del SAT, Alemán Magnani no tuvo dudas de que esta vez iba en serio y entre la virtual quiebra de Interjet en esos momentos y su fallida alianza empresarial con Carlos Cabal Peniche y Alejandro del Valle, con quienes se asoció para la compra cuestionada del Sistema Radiópolis, de Televisa Radio, que terminó en un juicio con la española Grupo Prisa por el control de la empresa, a la familia Alemán se le vino el mundo encima y, a pesar de que siempre contaron con el favor de Palacio Nacional, después de la amenaza directa de la directora del SAT tomaron una decisión: huir de México. En esos mismos días el padre, el hijo y la hermana, abordaron sus aviones con destino a Estados Unidos y de ahí se movieron a Europa donde han estado los últimos meses.

Durante ese tiempo en el exilio, los Alemán se dedicaron a negociar con el SAT a través de sus abogados y con la seguridad que les daba el Océano Atlántico de por medio. Al mismo tiempo que se arrepentían de su sociedad con Cabal y Del Valle, con quienes terminaron en pleito e incluso perdieron parte de sus empresas, don Miguel Alemán y su hijo lograron un “acuerdo de pagos” con la Secretaría de Hacienda y con Buenrostro, a través del cual se comprometen a pagar la totalidad de sus adeudos, de acuerdo con fuentes cercanas a la familia, que aseguran que a partir de ese acuerdo, los Alemán regresarán pronto a México y terminarán con su autoexilio europeo.

Coincidencia o no, la intención de la familia Alemán de pagar sus deudas con el SAT y regresar al país, ocurre justo cuando ayer los socios de Interjet, que ahora comanda Alejandro Del Valle, quien se quedó con la empresa, decidieron aceptar irse a un concurso mercantil, como una forma de reestructurar la aerolínea, resolver sus problemas financieros y hacer nuevos acuerdos con sus pilotos y trabajadores para reanudar pronto su operación, suspendida desde el pasado mes de diciembre. En una Asamblea General Extraordinaria llevada a cabo ayer, la empresa aseguró que “el 100 por ciento de los accionistas —en los que no se sabe si fueron o no considerados los Alemán— llegaron a un acuerdo para entrar a ese proceso de reestructura en México, con el objetivo de volver a la operación lo antes posible privilegiando los derechos de los trabajadores”.