Margarito Escudero Luis
El futbol lo acapara todo, paraliza la ciudad, capta toda la atención, lleva a las personas a la euforia extrema, o la tristeza profunda, dependiendo del resultado.
Y es que el triunfo de la selección mexicana contra Croacia, despertó todas las fantasías, la confianza de ver a jugadores capaces de enfrentar a cualquier rival, y dar resultado positivos, hace el aficionado confíe, se entregue y gaste sus ahorros en el bar para ver los partidos de la selección.
Si estar presentes en el estadio, la gente festeja los goles y las jugadas espectaculares, le grita al árbitro, brincan gritan, sufren y ríen como si estuvieran en Brasil.
De ahí, todos parten a celebrar el triunfo, por supuesto a la Plaza de la Bandera, cerveza en mano, pelucas de colores, enormes sombreros, sin que falte la camiseta nacional, que además de sudor, está llena de triunfo.
Y en medio de esa euforia desbordada, el siguiente encuentro, ya en otra fase del torneo, se hace fácil, aunque se trate del equipo que goleó al campeón, aunque sea una selección que infunde respeto en Europa.
Desde esa alegría, el pronóstico es “México ganará a Holanda”. Esperemos que así sea.
Lo que queda muy claro es que el futbol nos une, pero la realidad nos separa.
INNOPHOS: ¿COMERCIO ILEGAL?
La compañía de fertilizantes, Innophos Mexicana, está clasificada como la tercera peor del mundo entre las que importan fosfatos.
Innophos trae roca fosfórica desde territorios ocupados por Marruecos y esa actividad contribuye a que la ocupación continúe.
Así lo sostiene un informe publicado por la asociación Western Sahara Resource Watch (WSRW), en el que se proporciona un listado de todos los clientes, las cantidades, los importes y los envíos relativos a las exportaciones marroquíes de roca fosfórica de los territorios ocupados.
El informe está basado en dos años de rastreo y análisis de 98 graneleros que llegaron al puerto de El Aaiún, Sahara Occidental, a lo largo de 2012 y 2013. Durante esos dos años, el puerto de Coatzacoalcos recibió seis y cinco barcos respectivamente, revela el informe.
El informe detalla que, en 2013, la cantidad total extraída del Sahara Occidental ocupado para la exportación fue de 2,2 millones de toneladas, con un valor estimado de 330 millones de $ USA, enviadas en 48 graneleros. Coatzacoalcos recibió 270.000 toneladas de los territorios ocupados en 2013.
El estudio resalta que aproximadamente 41 millones de dólares es la cantidad pagada por Innophos de Coatzacoalcos al Gobierno de Marruecos en 2013 por un recurso robado a sus legítimos dueños, los saharauis.
Asegura que con esta actitud se está contribuyendo directamente a prolongar el sufrimiento de los saharauis y a retrasar que alcancen su independencia.
Destaca que el valor de esta compra casi corresponde a lo que otorga la comunidad internacional a los refugiados del Sahara anualmente.
La ONU considera al Sahara Occidental como la última colonia de África; ahí la roca fosfórica se explota ilegalmente por el Gobierno de Marruecos en el Sahara Occidental, un territorio que Marruecos ha ocupado salvajemente.
Las exportaciones son la principal fuente de ingresos que Marruecos consigue de los territorios ocupados.
Representantes de los saharauis han sido claros y firmes en contra de este comercio, tanto ante la ONU, como en general, como frente a determinadas empresas, por lo que las Naciones Unidas declaran ilegales estas explotaciones en tanto los saharauis no las admitan.
Así que la WSRW pide a Innophos que cese inmediatamente todas las compras de fosfatos del Sahara Occidental hasta que se encuentre una solución al conflicto.
El informe completo se puede consultar en http://www.wsrw.org/files/dated/2014-06-12/p-de-pillaje.pdf
La duda es, ¿cuáles serían las repercusiones para México este comercio que es considerado por la ONU como ilegal?, y faltaría saber si los empresarios se tentarán el corazón para ayudar a un país que lucha por su independencia.
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