Margarito Escudero Luis
Pues no aguantaron más las diez familias afectadas por la obra del túnel sumergido y decidieron tomar las calles para que todos conozcan su tragedia.
Ayer se apostaron frente al palacio municipal exigiendo ser atendidas por el alcalde.
En los momentos en que se manifestaban, llegó el regidor encargado de la obra del túnel, intentó hablar con las señoras que exigían ver al presidente, les dijo algunas palabras, pero de plano lo batearon.
Y es que Luis Rendón cree que por el simple hecho de ser regidor, la gente debe rendirle pleitesía. Se equivocó el edil y salió con cajas destempladas.
También llegó el director del DIF, Jesús Moreno enviado directamente por Joaquín Caballero, pero no pudo avanzar mucho, pues las damas estaban en su postura de hablar con el alcalde.
Otros funcionarios menores intentaron disuadirlas de su posición, pero se toparon con pared.
Al ver que las iban a dejar plantadas en su plantón, las manifestantes decidieron bloquear la avenida Zaragoza, lo que provocó la inmediata reacción de aquellos funcionarios.
Le dijeron a doña Lidia Lucero que no complicara más la situación, que el alcalde las recibiría, pero que comprendieran que tenía una agenda que cumplir.
La respuesta de las molestas señoras, fue que la prioridad del alcalde es el pueblo. Punto.
Y se fueron a bloquear la calle principal de Coatzacoalcos en el mero centro.
Provocaron un caos, luego bloquearon el cruce de 16 de Septiembre y Zaragoza, desde ahí intentaron explicar a los transeúntes el motivo de su protesta.
Finalmente fueron recibidas por el presidente Caballero Rosiñol, pero a puerta cerrada, a solas, sin la presencia de los molestos medios de comunicación.
La señora Lucero fue la encargada de comunicar a los periodistas esa decisión, fue la condición del alcalde para recibirlas.
Causó molestias entre los reporteros, no tuvieron acceso al diálogo, por lo que la dirigente del grupo de afectados, intentó disculparse, pero la mandaron a dar la cara y ahora a ver cómo le responden los reporteros cuando vuelva a llamarlos.
ASALTAN CONTRALINEA
Las instalaciones de la revista Contralínea. Periodismo de Investigación, en la Ciudad de México, fueron asaltadas la noche del pasado lunes 23 de junio.
Los delincuentes se llevaron expedientes periodísticos de los reporteros, documentación personal que algunos periodistas resguardaban en sus escritorios, 19 equipos de cómputo, una cámara de video profesional, 3 pantallas de televisión, equipo de audio, incluida una consola de producción radiofónica, discos compactos con información editorial. Todos los escritorios, gavetas y cajones de la redacción fueron saqueados.
Ahora sigue el engorroso trámite de dar aviso a las autoridades, que deberían ser las encargadas de investigar el hecho y encontrar a los responsables.
La Casa de los Derechos de los Periodistas A.C. de la cual el periodista Miguel Badillo es socio, asegura que se trata de un acto intimidatorio que se da en un contexto de agresiones constantes en contra del equipo de Contralínea.
El 18 de abril pasado también fue asaltado el domicilio particular del director, sin que hasta la fecha la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal haya podido resolver el caso. Ello a pesar de existir grabaciones en video de los asaltantes y el vehículo que emplearon.
Ahora, en el robo ocurrido este lunes 23 de junio, se observa que la caja fuerte –localizada en la oficina del subdirector– fue violentamente forzada. Algunas puertas y ventanas fueron rotas, además de que los delincuentes movieron las cámaras de vigilancia y cortaron sus cables.
Esas cámaras forman parte de las medidas cautelares dictadas por la Secretaría de Gobernación a favor de este medio, como parte de los protocolos del Mecanismo de Protección para Defensores y Periodistas.
A lo largo de su historia Contralínea ha sido objeto de amenazas, persecuciones, juicios, robos, allanamientos, vetos publicitarios e informativos gubernamentales, un arresto y una emboscada.
Estamos en n tiempo en el que la actividad periodística se volvió peligrosa, tanto para quien la ejerce como para quienes pueden ser descubiertos en actividades ilícitas.
Y si se trata de alguien con mucho poder quien es descubierto haciendo transas, pues recurre a actos como este.
Aunque no hay evidencias de ello, robar en un lugar donde lo único de valor que hay es mucha información, pues se hace sospechoso.
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