Margarito Escudero Luis
El anuncio de la vista del ex senador Carlos Navarrete a la zona sur de Coatzacoalcos, provocó la movilización de los perredistas que quedan en el partido.
Carlos Navarrete pertenece a la tribu de Los Chucos, la que actualmente usufructúa al PRD, o sea que, en caso de llegar a la dirigencia nacional, Navarrete garantiza más de lo mismo.
En realidad son los de siempre, los que buscan exprimir hasta lo último, los que se aprovecharon de la bonanza del PRD, de las posiciones que alcanzaron, socavando así la credibilidad del instituto político, hasta convertirlo en lo que ahora es.
Y aún así se atreven a lanzar la culpa a otros, que son igual, que también participaron en la destrucción del PRD.
Así se puede ver a Victoria Gutiérrez deambulando por los cafés de Coatzacoalcos, intentando hacer reuniones con los “camaradas”, ver por qué lado puede colarse y hacerse candidata, no para ganar, no para reforzar lo que queda del partido, sino para negociar, para ir y pedir dinero a cambio de dejarse ganar.
Así han funcionado siempre y aún mantienen el discurso plañidero del sacrificio por el pueblo.
Las huestes se unen para intentar derrotar a un personaje que tampoco ha hecho gran cosa por el PRD, y si brincan tan temprano, es porque saben que si Alejandro Wong llegara a tener las reinas del partido en esta ciudad, ellos se quedarían fuera de la jugada.
Porque el que viene buscando la dirigencia es el médico Wong, el mismo que fue candidato a la diputación local por el Partido Acción Nacional (PAN).
En ese tiempo, con el pretexto de unir fuerzas para evitar que el PRI triunfara en las elecciones locales, hicieron la llamada “alianza de facto”, sin importar que con esa acción hundían a su partido, al que ahora busca dirigir.
Por eso están los “salvadores” Victoria Gutiérrez y sus compinches que buscan convencer a otros perredistas para sumarlos a su causa.
Nuevamente vienen las tormentas en el PRD.
TAMBIÉN EN EL PAN
Pero si el PRD tiene serios problemas para volver a conformarse como un partido, el blanquiazul está en proceso de descomposición.
Triste es decirlo, pero el PAN ya está infiltrado, desde que permitieron la llegada del Miguel Ángel Yunes, quien llegó con todo lo que entre los políticos llaman “estructura”.
Es decir, con un gran equipo que sin duda llevó fortaleza al PAN, provocando un gran boquete en el tricolor y que Yunes aprovechó como él sabe hacerlo.
Pero, al parecer ya nada le puede sacar al PAN, así que, según se rumora en los corrillos panistas, Yunes Linares está preparando su regreso al PRI.
No me lo crean, en sólo un chisme, pero muchos panistas están aterrorizados si Miguel Ángel Yunes vuelve a su origen, pues ahora el boquete, quedaría en el PAN.
La bronca con Julen Rementería pone de manifiesto la fractura panista, Yunes debería constar con el apoyo de la actual dirigencia nacional, sobre todo ahora que Gustavo Madero adoptó la postura de segregar a aquellos que no votaron por él, a pesar que el argumento de los dos contendiente, fue que el partido saldría fortalecido.
Pero, gracias a la decisión de Madero, las cosas están al revés, en lugar de sumar, dividió y la bronca entre Yunes y Rementería, en lugar de multiplicar, restará fuerza al partido que ocupó durante doce años la presidencia de la República.
La gubernatura de Veracruz es el botín. Dadas las condiciones actuales, las posibilidades de que haya un gobernador de un partido diferente al PRI, son grandes, y los únicos que tendrían posibilidades serían los panistas, ya que todos conocemos las condiciones en que se encuentra el PRD.
Pero con esas broncas internas, muchos simpatizantes preferirán retirarse, ante las tristes escenificaciones de ambiciones personales que protagonizan distinguidos neo panistas.
Así solamente le allanar el camino a quien dicen es su acérrimo rival, parece que trabajan dese el PRD y desde el PAN para beneficiar al tricolor.
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