Margarito Escudero Luis
Se les había advertido con tiempo, se buscó la forma de que reaccionaran, incluso un numeroso grupo de trabajadores petroleros participaron en una gran marcha, protestando contra la reforma energética,
con el argumento que, de ponerse en marcha, atentaría contra sus derechos.
Luego ese numeroso grupo se dispersó, las amenazas de los líderes sindicales lograron sembrar el miedo entre los trabajadores y estos se replegaron.
Hoy ven que las advertencias eran ciertas, hoy ven los obreros de Pemex que al privatizarse la empresa, su condición laboral cambia, que las promesas sindicales fueron mentiras y que muchos están en riesgo de perder la chamba.
Pero sólo así tenían que brincar, los petroleros del Complejo Petroquímico Pajaritos se manifestaron frente a las oficinas de Recursos Humanos, luego de que fueran llamados para firmar un nuevo contrato, ahora individual y temen el despido de al menos dos mil trabajadores que hasta ayer creían que contaban con la protección de su sindicato.
Y es que ya no trabajan en Pemex, ahora, si quieren, serán empleados de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo; el cambio ya se dio desde hace varios meses y ahora están en la parte del proceso laboral.
Ya el sindicato de petroleros no tiene injerencia ahí y dejó colgados de la brocha a cientos de trabajadores de quienes sí recibió sus respectivas cuotas.
Claro que a los petroleros no les gustó esta medida, pero es parte del proceso legal, los dueños tienen todo el derecho de hacer los cambios que consideren pertinentes para el buen funcionamiento de su empresa.
Eso se les dijo a los trabajadores, pero prefirieron quedarse en su hamaca, dejar pasar el tiempo y confiar en los dirigentes sindicales que no pueden representar a trabajadores en una empresa que no es Petróleos Mexicanos.
Así que ahora están solos, no tienen un sindicato que los defienda, sin embargo el mismo STPRM los presiona para que acepten las nuevas condiciones de trabajo.
Tampoco contarán con el respaldo de sus ex compañeros que laboran en los demás complejos, puesto que ellos son petroleros y pajaritos ya no es de Pemex.
Ahora se dieron cuenta de la importancia de la organización, de la solidaridad de grupo, ahora fueron a protestar en grupo, asustados, porque ahora tendrán que recibir atención médica en el ISSSTE.
NUNCA ES TARDE
Pero no todo está perdido, ojalá y el resto de los trabajadores de toda la aún paraestatal Petróleos Mexicanos se den cabal cuenta de que lo que está sucediendo en Pajaritos, sucederá en todo Pemex y que deben tomar medidas sin contar con el apoyo del sindicato, pues este no tendrá poder sobre la nueva empresa.
Ojalá y se abran a la solidaridad que otros grupos ofrecen y se den cuenta que están siendo utilizados, que son desechables, pues con el desempleo rampante que afecta a los mexicanos, para los nuevos dueños de Pemex será muy fácil contratar personal en las condiciones que ellos impongan.
Claro que no todos los trabajadores están en la idea de luchar porque sus condiciones contractuales cambien, algunos aceptan la idea del cambio para n perder la chamba, aunque eso implique perder canonjías, prestaciones y, hasta la dignidad.
Y ojalá esto que sucede en pajaritos sea visto por trabajadores de todas las empresas paraestatales, que en este gobierno pasarán por el mismo proceso, pues todo está a la venta y hay muchos compradores, todos extranjeros, muy interesados en tener de nuevo la industria que en alguna ocasión, mexicanos hechos de otra madera, les quitaron para bien de la nación y de los mexicanos.
Pero se trata de luchar de verdad, de romperse la madre en serio, contra intereses muy poderosos que han logrado socavar la soberanía nacional, que no han podido defender quienes fueron electos para ello.
Así que, digan lo que digan diputados, senadores y dirigentes sindicales, la rueda está en marcha, el primer paso se está dando en Pajaritos y los trabajadores ya brincaron.
Así se empieza.
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