28 de Noviembre de 2024

TELECOMUNICADO

La huelga de Telmex

IRENE LEVY

Un trabajador jubilado que laboró en Telmex durante 31 ó 35 años, según el momento en que entró a la empresa, recibirá más de 30% adicional al monto que percibía en activo, además de la pensión del IMSS. No existe ninguna empresa privada en México que otorgue estas condiciones a sus trabajadores, y lo que hay que entender es que la situación que vivía Telmex en los años 80 no se parece en nada a la actual: era un monopolio, primero público y luego privado a partir de 1989, y su regulación era casi inexistente.

El Sindicato de Telefonistas (STRM) exige hoy a Telmex, entre otras cuestiones, que se cubran las mil 942 vacantes existentes y que en ellas se respeten los términos de jubilación actuales, la empresa ha ofrecido cubrirlas con nuevas condiciones, pero el Sindicato no ha aceptado; además, el número de líneas fijas contratadas ha disminuido casi a la mitad, y varios servicios ya son prestados a Telmex por otras empresas del propio grupo o ajenas al mismo. Esto último, a decir del STRM, ha constituido “una estrategia para desmantelar a la empresa y fortalecer a América Móvil”.

Telmex lleva siete años seguidos con pérdidas, sus erogaciones en 2021 por concepto de salarios y pensiones representaron 60% de sus ingresos, 34% de esto fue solo para pago de pensiones, mientras que la empresa no ha inyectado un peso más en el fondo respectivo, que hoy cubre apenas un poco más de la mitad del pasivo laboral existente. El entorno regulatorio de Telmex, como le decía, es completamente distinto al que existía cuando las condiciones laborales fueron pactadas: interconexión cero, se eliminó la tarifa de larga distancia, la disminución gradual de las tarifas de “el que llama paga”, y sigue sin poder prestar tv de paga, lo que en su momento le hubiera ayudado a obtener ingresos frescos y a los consumidores nos hubiera ofrecido mayor competencia, pero ahora ya es demasiado tarde, el futuro nos alcanzó y los servicios de streaming están matando a la tv de paga; incluso las propias plataformas están sufriendo, basta ver los problemas financieros que hoy enfrenta Netflix.

Así, después de muchas advertencias del STRM, llegó una huelga que fue más bien simbólica, duró poco más de 24 horas y se levantó bajo el acuerdo de crear una “mesa técnica” que negociará durante 20 días hábiles los temas del pasivo laboral y las condiciones de las vacantes y trabajadores de nuevo ingreso. Sin embargo, la realidad podría superar la voluntad y hasta la solidaridad. Cuando en 1989 se firmó el Convenio de Concertación entre Telmex y el STRM, el presidente Salinas de Gortari dijo a los trabajadores, “tal como estaba, con la estructura que tenía, la empresa no era viable, ustedes han salvado su fuente de trabajo”, quizás estamos viviendo ahora un momento similar, basta con ver las cifras.

Pero ¿qué pasará en un mes cuando concluya la labor de esta mesa técnica? ¿Qué nuevos elementos podrían considerarse que no hayan sido analizados en los tres años que lleva el conflicto? Ya le planteaba yo hace más de dos años que los problemas del pasivo laboral estaban asfixiando a Telmex, la situación no mejoró desde entonces y no se ve por dónde. Mientras tanto, la acción de América Móvil, dueña de Telmex, se mantiene atractiva, al parecer los mercados no le han dado demasiada relevancia al actual conflicto. No tengo duda de que están sobre la mesa escenarios diversos, más allá de lo que es público. ¿Vendrá un “rescate regulatorio” y con ello marcha atrás en algunas medidas impuestas en 2013? ¿Habrá intenciones del gobierno de AMLO de “rescatar” y volver a estatizar Telmex?