28 de Noviembre de 2024

DEFINICIONES / 4 meses de impunidad / Manuel López San Martín

Columnas Heraldo

 

 

A Debanhi la mataron. Su padre siempre lo dijo. Mario Escobar lleva más de 100 días afirmándolo. Hoy cumple cuatro meses persiguiendo justicia, tratando de encontrar verdad sobre lo que le pasó a su hija.

A Debanhi la asfixiaron, eso dice el tercer peritaje. Después de cuatro meses no hay nadie detenido como responsable del homicidio. No hay siquiera una orden de aprehensión; nadie señalado por la Fiscalía de Nuevo León como presunto autor material del crimen.

“Es la negligencia, es la impotencia, es si hubo dolo… violentaron los derechos humanos de Debanhi, la secuestraron… hay demasiadas cosas que aún no sabemos”, nos dijo Mario cuando se hizo pública la tercera autopsia, hace un par de semanas.

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“Yo no me voy a callar. Ellos están haciendo mal su trabajo. Se les va a caer su teatrito. Todo se les va a caer. Y si tienen que rodar sus cabezas, tanto de la señora Fiscal de feminicidios, como de la persona que hizo la autopsia, o del Fiscal general del estado, qué pena. ¡Que digan la verdad! Estamos hablando de la verdad. Aquí se toparon con que la gente está harta”, señaló cuando platicamos con él al cumplirse el primer mes de la desaparición de Debanhi. Desde entonces, las preguntas se acumulan. También la rabia e impotencia. La justicia no llega. Tampoco la verdad.

“Ya estamos hartos, cansados. Yo por mi hija, no tengo miedo. A mí nadie me va a callar”, nos dijo.

“Que salgan y digan la verdad. ¿Por qué yo como ciudadano tengo que hacer el trabajo de la Fiscalía? Es un mugrero lo que hicieron. Están jugando con el feminicidio de mi hija. Ya estoy cansado de tantas mentiras.

“La fiscalía está mintiendo y manipulando. Después de 30 días no tienen a una sola persona detenida. ¿Cómo es posible que no haya un solo detenido?

“La propia gente de la Fiscalía manipuló la escena del crimen.

“No se vale que jueguen con los sentimientos de la gente”.

Hoy, cuatro meses después, el caso sigue impune.

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Vuelvo a la charla con Mario de principios de junio. “Estamos enojados, tristes y a la vez confundidos. Desde un inicio debió seguirse la línea de investigación por feminicidio. Ahora salió científicamente la verdad que ya todos sabíamos. Las autoridades de la Fiscalía dijeron que caminó y cayó. Nunca les creímos. Era mentira”, afirmó.

La semana pasada volvimos a conversar con él. Nos dijo que dará un plazo de 15 días a las autoridades y sino emprenderá otro camino: el de la protesta social. No se cansa.

Este país está lleno de Debanhis y Marios. Victimas para las que no hay justicia; familias que la persiguen de manera incansable.

¿Qué es la justicia, si no la búsqueda de la verdad? Verdad para saber qué pasó, sí. Para que llegue la justicia, por supuesto. Pero, también, para que no haya repetición.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN