OPINIÓN
La semana violenta que termina en el país obedece a una reacción de la delincuencia organizada debido a que su operación ha sido mermada por distintos factores:
- Rutas de trasiego vulneradas por acciones de las fuerzas federales
- Guerra entre bandas delincuenciales
- Traiciones entre representantes del propio crimen
La cumbre entre líderes de células del narco en las regiones de Occidente y el Bajío del país no tiene otra explicación sobre lo sucedido en Jalisco y Guanajuato en los últimos días: se estaban poniendo de acuerdo para continuar su trabajo.
Un golpe de suerte, de acuerdo con fuentes de información, permitió el martes ubicar la famosa reunión de narcos en Ixtlahuacán del Río, Jalisco, que movilizó a miembros del ejército para capturar a cinco capos.
Eran liderados por el Apá y el Doble R, cabezas del Cartel Jalisco Nueva Generación, que controlan la ruta. Ambos son operadores directos del Mencho, jefe de ese grupo criminal. Uno de ellos, el Doble R habría escapado, sin embargo, el Apá y otros cuatro al ser capturados movilizaron a sus sicarios en Jalisco y Guanajuato como medida de presión para liberarlos.
En Chihuahua todo empezó con una disputa interna en el Cereso 3 de Ciudad Juárez por el control del penal y al mismo tiempo evitar el traslado de reos de alta peligrosidad a penales federales, luego de que la gobernadora Maru Campos había pedido mover a cabezas del crimen del lugar.
Como medida de presión para evitar los traslados, sicarios veinteañeros de los grupos criminales recibieron órdenes para bloquear carreteras y atentar contra la población civil; sin embargo; la mañana de ayer los gobiernos federal y estatal operaron el traslado de los reos de alta peligrosidad.
El gabinete de seguridad en esta administración tiene registrada la detención de mil 596 objetivos prioritarios y son integrantes que van desde los principales cárteles nacionales como CJNG, Familia Michoacana, Cartel Sinaloa, Caballeros Templarios, hasta cartel Caborca, Los Rojos, Guerreros Unidos, Cártel Independiente de Acapulco y Los Pájaro Sierra, entre otros.
La guerra que no se quería que fuera guerra entre los principales carteles del crimen organizado y las fuerzas federales está en ciernes con las provocaciones de los generadores de violencia. Vamos a ver si el estado le quita los seguros al gatillo de las Fuerzas Armadas, mientras tanto el crimen organizado ya mandó a sus primeras reservas juveniles a la primera la línea de la batalla y estos ya incendian autos, toman carreteras, dañan propiedad privada y atentan contra la población civil.
UPPERCUT: México sumó 96 horas de violencia en cinco entidades del país, donde Baja California, se sumó a la lista de los atentados para buscar que las fuerzas federales den marcha atrás al combate criminal.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ