28 de Noviembre de 2024

México, protagonista de la nueva ola rosa / Jesús Ángel Duarte

columnas heraldo

 

 

Una nueva ola rosa recorre América Latina: es el auge de las izquierdas –con sus distintas expresiones y estilos– gobernando a 87 por ciento de la población del subcontinente (que equivale a 579 millones de personas), entre ellas las siete naciones más pobladas de la región.

Esta tendencia tomó fuerza con el triunfo de López Obrador en 2018, siguió con Alberto Fernández de Argentina en 2019, Luis Arce de Bolivia en 2020, Pedro Castillo de Perú en 2021, y se ha reforzado este año con Xiomara Castro, Gabriel Boric, Gustavo Petro y Lula, en Honduras, Chile, Colombia y Brasil, respectivamente.

El último giro hacia la izquierda en el hemisferio ocurrió a principios de este siglo, propulsado por el boom de las materias primas (los llamados “commodities”), que permitió a los gobiernos realizar inversiones masivas en programas sociales, sacando a millones de la pobreza y expandiendo las clases medias; en este nuevo contexto, por supuesto, las condiciones son mucho más complejas y desafiantes.

El arribo al poder de estos nuevos liderazgos se ha dado por un gran hartazgo y enojo social ante las desigualdades, la pobreza y el hambre, lo cual se ha visto exacerbado por la pandemia, los conflictos globales y el fenómeno de la carestía. Ante esta gran indignación, los latinoamericanos han perdido cualquier fe en “la mano invisible” del mercado y han castigado a los gobiernos insensibles de derecha que han sido incapaces de resolver las necesidades de las mayorías, sobre todo de los más necesitados.

Al mismo tiempo, las amenazas de supuestos socialismos o comunismos, las campañas para infundir miedo sobre “parecerse” a los regímenes venezolano o cubano, desde hace tiempo han dejado de tener éxito en el ánimo de los votantes.

De ahí el contundente rechazo a los “políticos de antes”, al establishment, a los que representan a las élites de siempre, a los gestores de los más privilegiados; de ahí el clamor para poner fin al neoliberalismo y a los gobiernos para unos cuantos.

Por eso el triunfo de un exguerrillero como Petro en un país que siempre fue considerado bastión del conservadurismo; de un profesor rural e hijo de campesinos en Perú; de un ex activista estudiantil con célebres tatuajes, de 36 años de edad, en un país visto como referente del libre mercado en Latinoamérica, como lo es Chile; de un líder obrero que estuvo preso y fue capaz de ganar por tercera vez en el gigante sudamericano; o del líder social que mejor conecta con el pueblo mexicano en los últimos 18 años y que es el único que ha caminado cada uno de los 2,471 municipios del territorio.

En lo sucesivo, para que esta predominancia de la izquierda no sea fugaz, los gobiernos estarán obligados a sortear con éxito los grandes retos que enfrentan, sobre todo en el ámbito económico: ante la inflación mundial, la incertidumbre que provoca la guerra en Europa, y una economía global que se perfila para experimentar una clara desaceleración el próximo año. Las gestiones serán evaluadas con el bolsillo.

POR JESÚS ÁNGEL DUARTE