¿No teme acabar como candidata testimonial? La pregunta produce una espontánea reacción de rechazo en la senadora del PRI Beatriz Paredes, aspirante declarada a la Presidencia de la República. “De ninguna manera. No está en mi manera de ser. Pienso que la alianza (opositora), en el caso de que se ratifique su constitución, tiene que actuar con racionalidad. Deberá seleccionar a un candidato o candidata competitivo en el contexto del 2024, y varios componentes de mi personalidad y de mi trayectoria me llevan a ser competitiva en el escenario del 2024”, responde.
Estamos en el comedor de su casa, en San Ángel. Testigos de la entrevista con una de las mujeres más respetadas y escuchadas en la política, aun fuera del PRI, son Ignacio Cabrera, su vocero en el Senado, y un viejo camarada de partido, Arnoldo Ochoa. La legisladora se mueve en silla de ruedas desde que se rompió el tobillo. Antes de llegar al sitio de la entrevista atraviesa un pasillo que nos habla de su cercanía con Gabriel García Márquez: un cuadro de cristal con mariposas amarillas cuelga en la pared y un viejo saco que le regaló el gran escritor colombiano.
-¿Sus limitaciones físicas no la ponen en desventaja para competir en una campaña presidencial? ¿Tiene salud para aguantar una campaña y, en su caso, aguantar seis años de presiones? -Agradezco muchísimo esa pregunta. No tengo limitaciones físicas derivadas de un estado de salud. Viví un accidente. Se me rompió el tobillo. En el proceso de recuperación tienes que hacer tu rehabilitación sistemática, como toda la gente que se fractura. No es que tenga un problema serio de salud o se me debilitaron los músculos. Se me rompió la pata. Tengo la salud normal de una persona de mi edad (69 años) que ha vivido intensamente. Mi recuperación se dará incluso antes de que se definan las candidaturas. Estaré caminando normalmente en dos o tres meses.
* La también exgobernadora de Tlaxcala, cuatro veces diputada federal, presidenta nacional del PRI (2007-2011), embajadora en Brasil (2012-2016), entre otras muchas posiciones, abunda en su reflexión sobre los porqués de su fe en que “sí se puede”: “Si hay una conducta racional en los partidos que integren la alianza y si hay una amplia participación ciudadana, que es lo que deseo y lo que pretendo estimular, estoy segura que tendrán que revisar mis capacidades, mis posibilidades, las propuestas que planteo. Soy una opción viable no sólo para competir, sino para ganar”, asegura.
Paredes no le teme a las palabras. Sin recovecos, admite que en México hay tendencias autoritarias. “Si esas tendencias se profundizan y no hay respeto por la vigencia del Estado de derecho, la democracia está en peligro”, advierte.
-¿Cómo ganarle a Morena con todas las ventajas que tiene: los programas sociales, la popularidad de AMLO, los gobernadores en 20 estados? ¿Cuál es la receta? —preguntamos.
-Hay que ver el lado oscuro de Morena. Están muy divididos. Se están dando confrontaciones impensadas que no se habían dado en la historia de los partidos políticos mexicanos en ese tono, con esa virulencia, entre personalidades y dirigentes. No acaba de cuajar como partido político. El ejercicio de las corcholatas, lamentablemente utilizó ese adjetivo para calificar a sus precandidatos el Presidente, no resultó tan benigno ni positivo como él pensaba. Y está la situación económica real del país. Si sigue como va, es probable que sea muy delicada, muy difícil en el 2024. La gente ya resiente en su bolsillo estos niveles de inflación que no teníamos desde hace 20 años. Esa realidad genera que haya posibilidades reales de que la ciudadanía opte por otras posibilidades.
No le sorprende la popularidad de AMLO a pesar de que su gobierno sale reprobado en seguridad, economía, salud y lucha anticorrupción. “López Obrador —subraya— tomó el espacio de comunicación pública. La estrategia de la mañanera, para mí, es su única estrategia de política interior. Le dedica muchísimo tiempo. Tiene un diseño. Eso hace que su estrategia pública resulte avasalladora en relación con otras figuras.
“Ni siquiera hablo de figuras de la oposición, sino de su propio equipo. Hay muchos secretarios o secretarias de áreas estratégicas que ni siquiera conoces su nombre. Su estrategia comunicacional insiste en valores que lo llevan a ser comparado con otras figuras y en la comparación salir positivamente.
“Pero López Obrador no va a estar en la boleta. El que resulte candidato(a) de otras opciones no va a competir con él. La experiencia de todos es que la popularidad no se traslada. Así no es”.
Con Beatriz hablamos del PRI, de Alito, de la militarización. Le preguntamos si México, país de machos, está listo para ser gobernado por una mujer. Las respuestas aquí, mañana.