Yo no sé si los organizadores en México de la reunión 2022 de la Conferencia para la Acción Política Conservadora (CPAC), que es en realidad una organización estrictamente estadounidense, sabían lo que hicieron al tener a Steve Bannon como participante.
He querido ver su intervención en el evento (que fue virtual), pero me fue imposible comprender algo dada la pésima traducción simultánea, que ni dejó escucharlo en inglés ni permitió comprender lo que decía en medio del trabalenguas de las pobres mujeres que hicieron el trabajo en tiempo real y que no estaban entendiendo una sola palabra de lo que decía él y de lo que decían ellas. Un verdadero fiasco.
Después vi una nota de El Universal sobre Bannon, en la que lo forzaron todo con una torpeza superlativa ya común en los periódicos, para hacerlo advertir, y cito la nota, “que la soberanía de México está en riesgo por el ‘populismo’ e iniciativas como la implementación del voto electrónico”.
Es obvio que lo que quería el periódico con la nota era poner en la boca de Bannon la conexión entre “el riesgo del populismo” y todos los males de México, para que entonces todos los lectores dijeran y pensaran que, claro, como dice Bannon: el “populismo de AMLO” es el peor mal y el riesgo más grande de México.
Pero es que del otro lado (es decir, del lado de “la izquierda”) es igual o peor, porque lo único que se dijo es que se trata de una reunión de fascistas de “ultraderecha” (un mito obscuro y confuso) muy conservadores y muy malos.
A mí la verdad es que me parece asfixiante la supuesta discusión, que me recuerda el “caos de las opiniones” de la que hablaba Platón, en el que nadie entiende nada. El ruido ininteligible de la traducción simultánea es la mejor simbolización de lo que pasa.
Y es que lo que ocurre es que Bannon es uno de los grandes ideólogos y defensores del populismo, y porque lo tengo estudiado sé que no es ningún tonto (de hecho me parece brillante en sus diagnósticos, otra cosa es que él sea gringo y yo mexicano), y sé que de lo que hablaba era del avance del populismo y el nacionalismo como algo necesario y positivo para frenar el avance del globalismo de las élites financieras y cosmopolitas y su sistema ideológico: el progresismo terapéutico hippie-burgués, transexual y postmoderno, que quiere debilitar a los estados nacionales y hacer de todos nosotros una masa amorfa de enfermos de algo, que estamos “violentando” todo el tiempo los derechos de alguien y distraernos con micro-identidades enfermizas.
Si AMLO se entendió tan bien con Trump, de quien Bannon fue asesor, es porque los dos son nacionalistas y populistas, que saben que las élites cosmopolitas son las responsables de buena parte de los problemas mundiales. Las élites mexicanas que escuchaban a Bannon no sabían que contra quienes en realidad estaba hablando, eran ellas mismas. Lo único que los une es su cristianismo, pero AMLO, o Lula, también lo son, así que por ahí tampoco van las cosas. Con lo cual seguimos en las mismas.
POR ISMAEL CARVALLO ROBLEDO