Una vez que pase el tema de la Reforma Electoral, Morena en la Cámara de Diputados va a meter en la agenda el tema del desastre de Ticketmaster, que desnudó el desaseo en la compra-venta de boletos de la compañía. Los legisladores no pueden llamar a cuentas a representantes de la iniciativa privada, pero Hamblet García Almaguer va a convocar a comparecer a los directivos de Ticketmaster basado en un precedente inmediato.
Se trata de la comparecencia en marzo pasado por más de dos horas de los presidentes de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Yon de Luisa y de la Liga MX, Mikel Arriola, quienes aceptaron comparecer ante los integrantes de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, para explicar los mecanismos que implementarán para la desaparición de las barras o grupos de animación del futbol mexicano. Esto después del día más negro en el balompié en Querétaro, donde la barra local golpeó hasta mediomatar a más de 20 integrantes de la porra del Atlas, quienes asistieron como visitantes a ver jugar en el Estadio Corregidora a su equipo. Por cierto, la promesa no se ha cumplimentado.
Morena quiere prevenir un desastre como el ocurrido el fin de semana en el Estadio Azteca en el próximo mundial, que se llevará a cabo en México, Estados Unidos y Canadá, por lo que espera la respuesta positiva al llamado, pero en caso de que se resistan a ir al Palacio Legislativo de San Lázaro, de todos modos trabajarán en un marco legal nuevo para modificar el cambio en que se venden los boletos. En un principio la idea es que sea como en las líneas aéreas donde los tickets se personalizan y para ingresar a la zona de abordaje se requiere una credencial oficial. Es el mismo modo en que se lleva a cabo el ingreso de los aficionados de futbol en Qatar, por lo que sí se puede y se debe cambiar el mecanismo, más cuando la Profeco ya tiene antecedentes de todo este años de sobreventa de boeltos aunque Ticketmaster se niegue a aceptarlo.
Marcelo y Mario en la rueda de la fortuna
Marcelo Ebrard le exige a su exalfil en el entonces DF, Mario Delgado, que se aplique y emita reglas para que los aspirantes presidenciables de Morena no se terminen acuchillando en sus ambiciones de llegar a la presidencia de 2024 para que no se usen recursos públicos en la promoción de figuras personales, se aclare cuándo deben renunciar a sus cargos públicos, así como fijar fechas de debates internos.
Delgado es el presidente nacional de Morena y está lejos del canciller, pero como jefe del Distrito Federal le metió millones de pesos a la figura de quien era el secretario de Educación Pública, sin éxito. Mario Delgado no subió en las encuestas ni de la mano de artistas de moda como Ninel Conde para campañas que promocionaron temas educativos y al secretario. No pudo el funcionario capitalino gracias a su antipatía.
Los partidos son una rueda de la fortuna, hoy Delgado tiene las riendas, pero no se maneja solo, toma nota de lo que le dictan desde Palacio Nacional. Frente al llamado que hace a Marcelo se le apareció Adán Augusto López, con un manotazo, es el otro suspirante y secretario de Gobernación, y con fuerza le dio un mensaje contundente al canciller de la República, de que no es tiempo de debates. ¿Marcelo ya habrá entendido el mensaje en voz de quien lleva la agenda nacional del gobierno y operador número uno de la presidencia de la República? ¿Se conformaría Marcelo con la coordinación de los senadores de Morena en la próxima Legislatura? El tiro cada vez queda más claro es entre Adán Augusto y Claudia Sheinbaum.
UPPERCUT: Los sondeos en Morena para escoger candidatos atraviesan por una crisis porque no son creíbles, lo dicen los mismos morenistas como Ricardo Mejía Berdeja, quien perdió frente a Armando Guadina la precandidatura a Coahuila.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ