Margarito Escudero Luis
Pareciera que van para atrás, que a través de los intentos propios, las cosas nunca salen bien y tienen que recurrir a un árbitro externo para poder dar credibilidad a sus acciones.
Así está el Partido de la Revolución Democrática, siempre se jactaron en el amarillo, de su esencia democrática, donde los militantes eran realmente la base de su democracia, pero como ya nadie les cree y están en serio peligro de quedarse solos, dan un paso atrás, todo con la finalidad de parecer transparentes, aunque eso los lleve a que se les tilde de antidemocráticos.
Porque ahora en el PRD, la militancia no podrá elegir directamente a sus dirigentes; aunque estrictamente, nunca lo han hecho, pues los organizadores de cada elección interna aplicaron toda su experiencia para alterar la votación, tanto con la ignorancia de los votantes, como con el contubernio con el poder.
Pero para la elección de sus dirigencias, este año la militancia sólo tendrá derecho de votar por un delegado, que será el encargado de votar para elegir al dirigente (o sea).
Cuando los estatutos del PRD eran un ejemplo para los partidos de izquierda en América Latina, hoy con la nueva actitud, mandan n mensaje al mundo diciendo que las aspiraciones democráticas de un pueblo no son viables y que debe haber intermediarios entre lo que piensa la gente y lo que dicen las autoridades.
A eso se le debe sumar, que en esta ocasión el organizador de la elección interna perredista será el Instituto Nacional Electoral; una embarrada de transparencia, como si el INE fuera garantía absoluta de ausencia de fraudes, y de esas prácticas nocivas, tan comunes en el PRD.
VOTA LA MILITANCIA
Caso contrario ocurre en el partido Acción Nacional, donde por primera vez, los militantes ejercerán el voto directo para elegir a sus dirigentes estatales, toda vez que el PAN ya realizó la contienda interna para elegir dirigencia nacional.
Es sabido que en la elección interna, donde Gustavo Madero ganó la elección a Ernesto Cordero, los panistas quedaron muy divididos, luego que Madero decidió no incluir a los seguidores de Cordero, ahondando así las diferencias entre los azules.
Sin embargo, en Veracruz, donde el PAN está claramente infiltrado y que se esperaba una contienda sucia, debido a los intereses de dos poderosos bandos, lo cierto es que lograron un importante acuerdo para salir con una planilla de unidad.
Es decir, que ahora los militantes que ya tienen derecho de voto directo en el PAN, no tendrán por quien decidirse, pues desde la cúpula ya decidieron que el nuevo dirigente en Veracruz será José Mancha y como secretario general irá Domingo Bahena Corbalá, cuando se sabía que el candidato de Jon Rementería era el ex alcalde de Jáltipan.
Con esa acción, dicen sus dirigentes, se evita que el partido sea dañado y de esta forma se culmina con un fraude a los militantes, pues a pesar de contar con el derecho de votar directamente para elegir a sus dirigentes, resulta que la cúpula ya decidió quién será el dirigente estatal, sólo ellos se pusieron de acuerdo y sólo ellos decidieron.
La militancias sólo deberá salir a votar por Pepe Mancha, no hay otro y la instalación de urnas y convocatoria para que los panistas salgan a votar, será un mero trámite. ¿Cuál voto libre y secreto?
En ambos casos, el PRD y el PAN, dan una embarrada de transparencia, y aseguran que es una gran lección de democracia, donde la parte más importante de cada partido, la militancia, no es tomada en cuenta.
En el caso del PAN, seguramente no habrá mayores problemas, la gente aceptará la imposición cupular de Pepe Mancha, en aras de la unidad del partido.
En el caso del PRD, al final de la contienda, seguramente se irán contra el árbitro, porque finalmente, si hubiera un proceso realmente limpio, dejarían de ser perredistas.
Se espera que triunfen una vez más Los Chuchos, los encargados de desmantelar al PRD y están a un punto de lograrlo.
