En el transcurso del año, en distintos estados del país, cómo el caso de Nuevo León, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Guerrero, han ocurrido una serie de ataques hacia la población civil y a las fuerzas policiales por parte de grupos criminales. En dichos eventos, los responsables han superado en armamento y táctica a los elementos municipales y han cobrado decenas de fallecidos.
Varios expertos en seguridad consideran que los presuntos culpables de estos acontecimientos están mostrando niveles de violencia que podría ser considerado como “narcoterrorismo”, un concepto que se adoptó en Colombia por los ataques perpetrados por Pablo Escobar en la década de los 80 y 90, atentados que iban dirigidos a la población civil y causaron muchos fallecidos con el objetivo de infundir terror y mostrar poder.
Ante esta ola de violencia que se vive en el país, el pasado lunes 10 de julio, el ex-secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presentó su estrategia de seguridad que pretende emplear en caso de ganar las elecciones presidenciales del próximo año. Una iniciativa que, sin duda alguna, generó diferentes comentarios por su contenido.
El Plan “Avanzadas Normas de Geolocalización” (ANGEL), propuesto por el ex-canciller mexicano, combina ocho diferentes tecnologías, entre las que sé encuentran: reconocimiento facial, identificadores de arma de fuego, detectores de arma por patrones de movimiento y reconocimiento morfológico de la delincuencia, rastreadores de vehículos y uso de drones; cámara inteligente en cada miembro de la Guardia Nacional, todo esto conectado y manejado desde la inteligencia artificial.
¿Este plan funcionará para prevenir los recientes ataques a elementos de seguridad a lo largo del país?, ¿que hay sobre violentar al mismo tiempo nuestras libertades?. La organización no gubernamental, Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), ha planteado que estas “soluciones”, tal como ANGEL, ocultan información, dado que las tecnologías aún presentan deficiencias y pueden generar que individuos inocentes vayan a prisión.
Asimismo, el Tribunal Europeo en Derechos Humanos, ha condenado su empleo debido a que puede ser utilizado en contra de grupos específicos o manifestaciones. De acuerdo con especialistas en derechos digitales, esta propuesta debe de ser replanteada porque no existe evidencia científica que sustente que esta tecnología pueda identificar a un delincuente solo por la forma de caminar.
Además, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha declarado inconstitucional la creación de bases de datos biométricos por la vulnerabilidad a filtraciones y posibles ataques hacia la ciudadanía. El tema de la inteligencia artificial ha llegado de golpe y toda la información alrededor parece abrumadora, por ello será crucial consultar a especialistas y defensores de derechos humanos para realizar las adecuaciones necesarias y crear una estrategia integral en el combate a la delincuencia.
Experimentos en otras partes del mundo han demostrado que iniciativas como la de ANGEL no reduciría los niveles del crimen en el país y por el contrario, podría incrementar los niveles de corrupción y de espionaje para aquellas personas que son críticas a cualquier gobierno. ¿Hasta dónde podría realmente la Inteligencia Artificial ayudar en temas de seguridad?
POR AZUL ETCHEVERRY
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