Como lo indica su título, el trabajo se enfoca en la necesidad de establecer inversiones de impacto con perspectiva de género en América Latina para promover la educación financiera en mujeres vulnerables de la región, y así, consolidar un desarrollo económico más inclusivo, resiliente y sostenible.
La falta de independencia económica de las mujeres es una de las principales razones por las que se pueden visualizar en desventaja frente a los hombres.
Por estos motivos, debemos incluir los distintos instrumentos financieros para alcanzar su empoderamiento, y al mismo tiempo, y en función de la necesidad de crear sistemas alineados a la innovación social, esta debe ser utilizada para plantear un modelo de negocio de triple impacto.
Es primordial la estrategia para ejecutar una incubadora descentralizada, que por medio de la educación financiera y capacitación de emprendimiento se puedan gestionar negocios inclusivos de mujeres de
Debemos buscar la forma en que este reconocimiento sea aplicado mediante una gran recompensa al duro trabajo y que demuestre que la economía es una disciplina social.
Es esencial pensar en un sistema financiero empático, que ponga a la persona como centro, pero no por eso que cuestione la rentabilidad.
El sistema económico, debe responder a una problemática sistémica, cómo hacer un mundo más sostenible, resiliente e inclusivo.
Hay urgencia de pensar estrategias financieras más sostenibles, y también debemos poner sobre la mesa la importancia de la tecnología repensando los problemas sociales a través de una visión digital, en donde la tecnología para que esta sea un aliado para obtener datos y acercarnos a las personas.
POR LUIS DAVID FERNÁNDEZ ARAYA
ECONOMISTA
