26 de Noviembre de 2024

LA NAO DE CHINA / Geopolítica, geoestrategia y negocios en Asia / Adolfo Laborde

columnas heraldo

 

La globalización de los conflictos ha traído como consecuencia el desarrollo de nuevas necesidades de consumidores no tradicionales. Hablo de los actores del campo de la geopolítica y geoestrategia.

 Por muchos años, se ha hablado de las causas, desarrollo y consecuencia de los conflictos bélicos internacionales, pero en pocas ocasiones nos ponemos a estudiar de qué manera impactan el ecosistema de los negocios en el plano local.

La capitulación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, en 1945, con la firma del Tratado de San Francisco, en 1951, y la Guerra en la Península de Corea de 1950 a 1953, dio como resultado el despliegue de tropas norteamericanas en territorio japonés y coreano.

En 1972, Okinawa e islas aledañas regresaron a la administración del gobierno japonés, pero la presencia militar estadounidense siguió, al igual que en otras partes del territorio nipón. En la actualidad, existen 120 bases con 55 mil militares.

En el caso de Corea, el armisticio de 1953, entre los actores del conflicto también influyó en la presencia de las Fuerzas Armadas estadounidenses mediante 30 bases militares con 25 mil efectivos estacionados. En total, se estimaba una presencia militar de 80 mil efectivos de los Estados Unidos en ambos países, mismos que, en el caso de Japón y probablemente en Corea, son retribuidos (financiados) por ambos gobiernos por concepto de pago por seguridad.

Japón en un primer lugar y, después Corea del Sur, firmaron acuerdos de seguridad mutua, los cuales de alguna manera garantiza su defensa por parte de los Estados Unidos en caso de ser atacados por un tercer país.

En ambas situaciones, la presencia de tropas ha impactado económicamente las regiones donde se han destacado. Sin considerar los grandes negocios provenientes de la logística internacional, operaciones, proveeduría, equipamiento militar, mantenimiento y transporte, existe un nicho de oportunidad enorme para los emprendedores mexicanos.

Una gran mayoría de soldados estadounidenses, muchos de ellos méxico-americanos o mexicanos de primera generación, gustan de nuestra comida. De hecho, esta demanda ha sido cubierta, en parte, por el emprendimiento de algunos mexicanos radicados en Japón que, al ver esta oportunidad, establecieron sus negocios en las zonas aledañas a las bases.

Un caso es el restaurante Azteca, cercano a la base militar Yokosuka en la Prefectura de Kanagawa, donde el portaaviones Ronald Reagan se estaciona por seis meses al año. Además de los cinco mil efectivos que transporta el portaaviones, hay que considerar a los familiares que viven dentro y fuera de la base.

La dimensión del negocio es impresionante, me comentó el dueño del restaurante quien no se da abasto en atender a los clientes provenientes de la base.

“Si tuviéramos más orientación en cómo hacer negocios en Japón, más personal y una buena cadena de proveeduría de productos mexicanos, el crecimiento en este sector sería exponencial”, asegura el dueño del restaurante Azteca.

Este ejemplo viene a colación por la reciente reunión entre los presidentes de Corea, Estados Unidos y Japón en Campo David, donde se comprometieron a reforzar los lazos de seguridad en la región, más aún ante la expansión de China en el mundo y las disputas territoriales en Asia Pacífico, lo que significará una mayor presencia militar de Estados Unidos en la región y, por ende, una mayor oportunidad para la comida y bebidas mexicanas.