De no creerse: la paridad de género, para la designación de candidatos, ha metido en serios aprietos a todos los partidos políticos rumbo a las elecciones del próximo año, al grado de que el INE se ha visto imposibilitado para emitir un acuerdo que los obliga a postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las nueve gubernaturas en juego.
Ni el Frente Amplio por México (PRI, PAN y PRD), ni Morena y sus aliados (PT y PVEM) logran resolver esta ecuación porque tenían previsto nominar más varones que mujeres y ahora no saben cómo salir de lo que consideran un entuerto.
Pregonan que defienden la equidad de género y, cuando se les presenta la oportunidad de ponerla en práctica, no saben cómo resolverla. Tanto que sus representantes obligaron a la autoridad electoral a frenar una resolución.
El lunes, las comisiones unidas de Prerrogativas y de Igualdad de Género del INE, que presiden Uuc-kib Espadas y Rita Bell López, suspendieron, por presión de los partidos, la sesión en la que resolverían el tema y no saben cuándo la reanudarán.
Mientras tanto, las fuerzas políticas buscan ganar tiempo para negociar y conciliar intereses, como en el caso del FAM porque es fecha en la que sólo tienen definidas dos de las nueve gubernaturas.
Libia Dennise García sería su candidata en Guanajuato, mientras que en Yucatán se perfila también otro panista: Renán Barrera, el actual presidente municipal de Mérida.
En la CDMX, a su vez, existe una fuerte disputa entre el priista Adrián Rubalcava y el blanquiazul Santiago Taboada, con Lía Limón y Cynthia López como bateadoras emergentes.
En las otras entidades (Jalisco, Veracruz, Puebla, Tabasco, Chiapas y Morelos) no hay visos de solución. Están completamente hechos bolas.
Pero Morena y aliados no cantan mal las rancheras. Existe un acuerdo preliminar para lanzar mujeres en Jalisco, Yucatán, Guanajuato y Veracruz.
Lo que falta es confirmar los nombres en los primeros estados, mientras que en la entidad jarocha todo apunta a que el espacio está reservado para Rocío Nahle.
Hasta ahí van cuatro lugares para mujeres, en tanto que en Puebla, Tabasco y Chiapas está decidido que sean tres varones.
Sólo resta definir si la quinta candidatura para mujer saldrá de la CDMX o Morelos. Y ahí es donde todo empieza a enredarse de más para Claudia Sheinbaum y Mario Delgado.
En la capital, por ejemplo, la disputa real está entre Omar García Harfuch y Clara Brugada, porque, contrario a lo que muchos piensan, no está decidido aún que el candidato sea el ex titular de Seguridad.
La ex jefa de Gobierno ha puesto mucho empeño para que la designación recaiga en manos de Harfuch, pero la estructura del partido, los sectores y el ala fundacional de Morena se inclinan, poco a poco, por la alcaldesa de Iztapalapa. Y, a ratos, da la impresión de que Omar se está quedando solo.
En Morelos también pasa algo raro: la senadora Lucy Meza, favorita de las encuestas, sufrió un duro descalabro cuando la vincularon con Graco Ramírez y el fiscal del estado Uriel Carmona, lo que sin duda abrió la puerta a la ex directora de la Lotería Nacional, Margarita González, y a Rabindranath Salazar, coordinador general de Política y Gobierno de la 4T.
De esta forma, en estas dos entidades, las cosas se complicaron. Sí por las grillas internas, pero más por la posibilidad de que los obliguen a sacrificar a sus favoritos o favoritas.
Y más porque, hasta hace apenas unos días, en los dos bloques de partidos habían pensado postular cinco hombres y cuatro mujeres, a contrapelo de la disposición que está por aprobar la autoridad electoral.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La paridad de género es como el equilibrio en una cuerda floja: necesitamos igualdad para no caernos”.