22 de Noviembre de 2024

DESDE AFUERA / México, en medio del problema migratorio / JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

 

columnas heraldo

 

 

Es obvio decir que México ha dejado de ser un país de origen de migrantes para convertirse en uno de origen, de tránsito, de destino y de retorno es una señal del tamaño del problema que enfrenta en esta era de migraciones obligadas por problemas económicos, políticos, sociales y ambientales.

El país, creen las autoridades mexicanas, se encuentra en una situación única en el mundo y por tanto inédita. El tamaño del fenómeno no sólo es enorme, sino también el impacto de las situaciones que se crean en México.

De acuerdo con las cifras citadas por el embajador Joel Hernández, subsecretario de Relaciones Exteriores, durante una conferencia magistral en el Consejo Mexicano de Relaciones Internacionales (Comexi), el número de personas en tránsito y la cantidad de solicitantes de asilo se ha multiplicado.

Hernández se refirió al impacto de las caravanas de migrantes, que empiezan desde la selva del Darién en Panamá, a la cual se van sumando migrantes a lo largo de toda la ruta.

"En promedio cruzan el Darién dos mil personas al día y cuando llegan a la frontera sur de México, ese número ya se aumenta a seis mil personas diarias y en su arribo a la frontera norte estamos hablando de nueve mil personas promedio", relató.

Paralelamente, "en los últimos 10 años se ha multiplicado un mil por ciento las solicitudes de refugio en México... Pasamos en el año 2021, de alrededor de 10 mil a 12 mil solicitudes de refugio... en 2022 se recibieron 120 mil solicitudes de refugio solamente de un año a otro, y se calcula que para el 2023 esta cifra podría llegar a 140 mil solicitantes de refugio".

Tan sólo los llamados encuentros de personas migrantes en territorio mexicano han aumentado a lo largo de 2023 y el Instituto Nacional de Migración registra alrededor de 196,549 encuentros con  personas migrantes que han entrado al territorio nacional en flujos mixtos, es decir, tanto por razones económicas como en busca de refugio.

Formalmente, esa es la razón que llevó al presidente Andrés Manuel  López Obrador a convocar a la "cumbre de Palenque", en donde se reunió con nueve jefes y jefas de Estado y de Gobierno de Centro y Sudamérica para hablar de los desafíos al desarrollo que enfrentan.

"Sin lugar a dudas, para poder atender la migración es necesario atender las causas", precisó Hernández, haciéndose eco de señalamientos hechos antes por otros funcionarios, incluso el propio mandatario.

Lo que queda pendiente es analizar el impacto social, económico y hasta político del fenómeno. El país no puede ni debe cerrar sus fronteras a los migrantes, a su integración al tejido social mexicano, pero tampoco ignorar su impacto en la relación con Estados Unidos y que por sus números tienen un efecto y crean obligaciones a comenzar por una que este, y los anteriores gobiernos, han tomado a la ligera: su seguridad.

No son tareas simples y en más de un sentido son deudas pendientes, hacia dentro y hacia fuera.