Margarito Escudero Luis
La pobreza que agobia al país y que cada vez crece, llevando sectores enteros de la sociedad a dejar de consumir como lo hacía en otros tiempos, comienza a convertirse en un foco rojo para las estructuras gubernamentales.
Y es que las políticas implementadas en los años recientes son las causantes de que la pobreza se incremente, que no haya fuentes de empleos suficientes y los que hay no tengan un pago justo y suficiente para poder participar en la sociedad de consumo, como lo esperarían los empresarios.
Y es un foco rojo, porque la gente ya comienza a dar señales de hartazgo, de sentirse utilizada en cada elección y de los pobres o nulos resultados que entrega el gobierno.
La política asistencialista del estado no alcanza a paliar la situación, cuando esta es diseñada precisamente como un paliativo, para mantener en calma a esa masa que cada vez se le impide consumir lo necesario, mientras las estructuras de propaganda incitan a un consumo mayor que no se puede lograr.
La generación de pobreza es lo único que le está saliendo bien al sistema, si los pobres pudieran comercializarse, México sería un gran exportador.
Pero junto con la pobreza van las enfermedades, ignorancia y delincuencia, aunque esta última también tienen una gran dosis de patrocinio oficial.
Lo malo es que mucha gente cree que a través de donaciones, de regalos, de llevar “apoyos”, es como este problema podrá quedar resuelto.
Esa misma gente supone que la pobreza no es un mal, sino que la sociedad así debe estar organizada para que funcione y, para que los pobres no padezcan mucho por sus carencias, entonces se debe llevar “apoyo”, ayuda, regalos para que se sientan protegidos por la sociedad.
A toda costa se impide que las comunidades sumidas en la pobreza puedan desarrollarse, el estado no ha implementado políticas reales de desarrollo social para los sectores marginados, aunque existan programas asistencialistas que finalmente terminan siendo utilizados para conseguir votos y asegurar la próxima elección.
COMIENZA LA PREOCUPACIÓN
Pero al parecer, a la gente que vive en esa desgracia cotidiana, ya no le está satisfaciendo esa situación, porque de pronto ven como otros se dan la gran vida sin demostrar que han trabajado para lograrlo, mientras ellos, que tienen que partirse el lomo diariamente, apenas si sobreviven con lo que alcanzan a ganar.
Pero con el mismo objetivo, muchas organizaciones beneficiarias del sistema político que nos rige, ven la posibilidad de una debacle electoral y comienzan a prepararse para evitarlo, acudiendo a los sectores deprimidos de la sociedad, llevando despensas, ayuda médica y promesas.
Si bien, puede ayudar en algo lo que reciben, lo que en realidad se requiere es que esas personas cuenten con un trabajo digno, cuyo salario sea capaz de permitirles competir en la sociedad de consumo, para que el capitalismo realmente se refuerce y mueve sus mercancías a más sectores.
Capacitar, educar, entrenar y promover fuentes de trabajo es lo que se necesita, no paliativos, ni nada que permita que coman solamente una vez y luego vuelven a quedar en el olvido.
¡QUÉ LA ENCUENTREN VIVA!
El secuestro de la pequeña Karime Alejandra Cruz Reyes ha conmovido a la sociedad, ya se decretó la Alerta Amber México, que alcanza cobertura nacional.
Casi todos los sectores de Coatzacoalcos participan, si no en su búsqueda, si apoyando a la angustiada familia, pidiendo al gobernó que se apliquen en la investigación del caso y dar con su paradero.
La nena desapareció junto con tía Mónica Reyes Baruch de 44 años y ya llevan 50 días desaparecidas, sin que sus padres ni nadie sepan nada de ellas.
Los supuestos plagiarios hicieron una primera llamada a la familia pidiendo 200 mil pesos de rescate, pero unos días después aumentaron la cantidad a un millón de pesos.
El pasado viernes se realizó una marcha convocada por los padres de la niña, Alejandro Cruz y Nora Reyes y que estuvo muy concurrida, acudieron personas que se solidarizaron con el dolor de la familias de las desaparecidas y hartos de que la delincuencia siga cundiendo, sin que la autoridad dé resultados reales.
Una vez más, la presión social obligó al gobierno a actuar ya que al poner la denuncia, el caso quedó en manos de la Unidad Contra el Secuestro, pero luego de 35 días, los “agentes especiales” avisaron que dejaban el caso, sin conseguir ni una sola pista, y que lo dejaban en manos de la Policía Ministerial.
Ante esa inutilidad, la gente protestó, logrando la intervención directa del gobernador. Pero si usted tiene algún dato que ayude a la localización de la pequeña Karime y su tía Mónica, puede llamar al número de celular 921 1190718.
Por favor, absténgase de hacer bromas crueles.